Uno de los problemas más incordiantes de los ordenadores actuales (tanto portátiles como de sobremesa) son esos ensordecedores ventiladores que parecen más un cohete a punto que despegar, que un sistema eficaz de refrigeración. Pues todos esos inconvenientes están a punto de desaparecer, gracias al último invento llegado desde Sandia: el disipador sin ventilador.
La principal ventaja de este nuevo diseño, es que no cuenta con ventilador, ya que sólo se utilizan dos piezas: un motor brushless y una especie de "impulsor" que es el encargado de renovar el aire y a la vez es el disipador. Y vaya si lo hace bien, puesto que con este novedoso diseño, se consigue un 30% más de eficacia que con respecto a modelos convencionales, al mismo tiempo que se reduce el consumo del sistema. Para que os hagáis una idea, con un tamaño sobre un 10% más pequeño que los equipos actuales, se consigue el mismo poder refrigerante.
Además todo son ventajas, ya que debido a su gran velocidad de giro, unido a un diseño "helicoidal" de sus palas, es físicamente imposible que el polvo se acumule en el sistema: en cuanto una mota de polvo entra en el flujo de aire, es despedida debido a la fuerza centrífuga. Con ello se evita que se "pegue" en el disipador y disminuya su poder de refrigeración. Además desde Sandia no están centrados sólo en PC, ya que esperan aplicar esta tecnología en por ejemplo, las nuevas bombillas LED. Esperemos verlo más pronto que tarde en nuestros queridos equipos informáticos.