Es interesante ver cómo los titanes de negocios de décadas pasadas no están experimentando un buen momento. Porque ahora se pueden apreciar mejor los errores de estrategia y, por supuesto (y en la medida de lo posible) aprender de ellos para no repetirlos en un futuro. En una situación así, pero mucho más dramática gracias a la posibilidad de bancarrota, se encuentra Kodak. Vendiendo sus archivos y patentes en una situación casi desesperada, la gran Kodak, un símbolo de innovación en la fotografía, se ha quedado trunca. Su competencia nipona, Fujifilm, está experimentando otra situación. Si bien las dos vendían productos similares, Kodak se hunde en la decadencia, mientras que Fuji crece cada día más. ¿Qué ha pasado?

Un interesante artículo de The Economist levantado por PetaPixel nos cuenta algo que venimos debatiendo hace bastante en ALTFoto, y con lo que no podemos estar más que de acuerdo. Kodak no se ha sabido adaptar a los tiempos que corren, y está eligiendo una estrategia de liquidar antes de innovar. Las cámaras digitales que nos presentó Kodak no fueron tan rentables ni buenas como las de Fuji, y el negocio de impresiones digitales, que solía ser enteramente de Kodak, ahora tiene como fuerte referente a Fuji. Y aunque Kodak se gaste demandando a su contrincante por una violación de patentes, nos preguntamos si realmente hay una vuelta atrás con todo esto.

En The Economist hacen una interesante comparación que no está lejos de la realidad. Kodak fue el Google de su momento, gracias a su interminable innovación y salida de nuevos productos. Si vamos a seguir con la comparación de empresas de internet, entonces podemos decir que hoy en día Kodak es Yahoo!, luchando por seguir adelante y no quedar como una compañía anticuada y poco rentable. Las palabras en The Economist son bastante certeras: "las dos compañías vieron cómo sus negocios tradicionales se transformaban en obsoletos. Pero mientras que Kodak no se pudo adaptar adecuadamente, Fujifilm se ha transformado en un negocio sólidamente rentable, con una capitalización de unos 12,6 mil millones de dólares".

Dos de las razones con las que estamos más de acuerdo en este artículo indican que particularidades dentro de la compañía causaron su debacle. Por un lado, la seguridad y actitud de monopolio que adquirió Kodak con el tiempo, seguridad que eventualmente les hizo perder el negocio de las Olimpíadas de 1984 en Los Angeles, dando a conocer al público a Fujifilm, más barata y con igual calidad. Y, por otro lado, la falta de una mentalidad de innovación en los altos mandos de Kodak. Para ellos, sus productos eran perfectos, sin necesidad de tener que seguir inventando. ¿Qué pasó con esa compañía pionera?

Pues también parece que dejaron de escuchar a sus empleados. Uno de sus ejecutivos, Larry Matteson, hoy trabaja como profesor en Estados Unidos. Pero en 1979, escribió un informe detallando que el mercado de la fotografía giraría completamente para el año 2010, concentrándose en lo digital. Lo último en cambiar sería, por supuesto, la fotografía de masas. Como podemos ver, Matteson estuvo muy cerca de hasta predecir también el año. En Fujifilm, también tuvieron la misma estimación. Pero en Kodak no hicieron nada al respecto, mientras que en Fuji se planteó desde el primer día una estrategia para exprimir al máximo el negocio de las películas y finalmente desarrollar para digital.

Por ende, la muerte de Kodak no será digital, sino que será más bien un suicidio de su innovación. Aunque no dudamos que hay posibilidades de que la compañía sobreviva, información como esta podrá hacerles repensar su estrategia de mercado, y comprender que muchas veces no se le puede decir que no a lo digital, por un período tan prolongado de tiempo.

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