Las primeras muestras finalizadas de los chips Ivy Bridge que se lanzarán oficialmente el 29 de abril han comenzado a hacer acto de presencia, y algunos detalles han comenzado a filtrarse. El 16 de abril nos hacíamos eco de unas informaciones surgidas al respecto de la potencia nominal de las CPUs de 22 nanómetros, marcado en 95W en lugar de 77W como estaba previsto. Intel parece haber confirmado el asunto a la página web sueca NordicHardware, matizando que a pesar del TDP anunciado Ivy Bridge utilizará un máximo de 77W, tal y como se había anunciado con anterioridad. Cuando los procesadores lleguen por fin a la cadena comercial, ninguna de las unidades comercializadas excederá la potencia proporcionada en primera instancia, incluyendo los modelos más avanzados como el Core i7-3770K que mencionaba la noticia original.

Resulta muy curioso que la firma comercialice los procesadores con una especificación de 95W, la misma que Sandy Bridge, cuando los chips no utilizan un TDP superior a 77W, y por lo tanto surge una pregunta evidente: ¿Por qué? El motivo de esta discrepancia entre la potencia anunciada y la real es mantener el valor de TDP máximo de la línea de procesadores Core i desde la segunda generación con socket 1155 para evitar conflictos con las nuevas placas base LGA 1150. Los fabricantes de placas basadas en los chipsets de serie 7 podrían tratar de recortar costes de producción integrando reguladores de voltaje y lineas de potencia que funcionen con un TDP máximo de 77W, anulando la compatibilidad de las nuevas unidades con los procesadores Sandy Bridge de mayor potencia como los Core i7-2600K, que utiliza un TDP de 95W. Manteniendo la especificación en ese valor se aseguran de que los fabricantes mantengan intacto el soporte con procesadores anteriores.

Pero Intel no mira sólo al pasado con esta decisión estratégica. Especificar sus chips con 95W implica que cuando futuros chips exijan mayor potencia, todas las placas base de la serie 7 serán capaces de proporcionarla, lo que mejora las posibilidades de actualización sin tener que modificar todo el sistema, algo en lo que la mayoría de fans de Intel podrán reconocer como una gran noticia después de 3 cambios de socket en un corto periodo de tiempo. Intel no ha dicho nada a este respecto, pero el TDP mayor podría indicar nuevas líneas de procesadores más potentes, quizás, y esto es tan sólo una probabilidad entre miles, con seis núcleos en lugar de cuatro, que se convertirían en los primeros Six-core del fabricante para el mercado doméstico fuera de la serie "Extreme".

La cuestión del TDP queda zanjada con esta más que satisfactoria — aunque curiosa — explicación, aunque todavía estamos pendientes de las primeras pruebas oficiales con chips comerciales para contrastar la excesiva producción de calor mencionada en el anterior informe, que colocaría a Ivy Bridge con un índice de overclocking inferior al de Sandy Bridge. Con suerte se tratará tan sólo de una configuración defectuosa.

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