Bajo la premisa de identificar las nuevas formas de comunicación en materia de terrorismo o la explotación de niños y la pedofilia en la red, Homeland Security, el Departamento de Seguridad nacional, ha recurrido a la compañía con sede en San Francisco, Obscure Technologies, con un acuerdo para monitorizar los datos cifrados en las consolas.

El acuerdo significa pagar a una compañía para introducirse en las redes de las consolas y sus juegos y extraer información sensible, seguimiento de los datos de sus usuarios tanto online como offline.

Un esfuerzo que habría comenzado hace dos meses tras el anuncio del proyecto y que ha cristalizado la semana pasada con la firma del contrato con Obscure, contrato por el que el gobierno está pagando 177.000 dólares por el trabajo.

¿Por qué? Según los expertos en materia de seguridad del país, las fuertes medidas de seguridad de las consolas están siendo utilizadas por pedófilos para la explotación de menores. Lo mismo afirman de las redes terroristas, quienes estarían funcionando a través de la comunicación obtenida en las consolas.

Este polémico contrato con Obscure habla de "investigar y desarrollar herramientas de hardware y software capaces de extraer datos de los sistemas de videojuegos". De acuerdo al contrato:

El análisis de los sistemas en las consolas requiere de un conocimiento específico para trabajar en el hardware de sus sistemas integrados. Obscure tiene experiencia trabajando con estos sistemas, tiene la capacidad de obtener todo el diseño de estos sistemas.

Un proyecto que consiste en la creación de una plataforma capaz de capturar los datos de los sistemas en las consolas, un esfuerzo para el desarrollo y entrega de herramientas informáticas que analicen el tráfico en la red y los datos almacenados durante el uso de los sistemas en las consolas.

Las fuerzas de seguridad del país se han apoyado en el carácter multifuncional de las consolas actuales, de su acceso a las redes sociales, a Internet o la mensajería P2P, para llevar a acabo el proyecto. Según el FBI, un refugio para pedófilos con una alta tasa de casos desde el 2008, sobre todo en el sistema de Xbox Live.

¿Y la privacidad? Aquí llega la parte más conflictiva. Según el contrato, el acuerdo establece que Obscure sólo puede "entrar" en aquellas consolas compradas fuera de Estados Unidos durante la duración de la investigación (según la ley estadounidense no puede realizarse sobre ciudadanos del país). Para los datos que se extraen de las consolas en el extranjero, Homeland Security planea hacer públicas las investigaciones y los datos, que estén a disposición de todo el mundo aunque se omitirá la información del dueño de la consola.

Un esfuerzo por identificar a pedófilos y terroristas que deja muchas dudas sobre la privacidad de los usuarios y el desarrolló y fines que se podrá realizar en el tiempo con esta tecnología.

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