Nebraska, el octavo capítulo de la segunda temporada de The Walking Dead, marcó el regreso de la serie tras un parón de casi dos meses. El domingo 18 de marzo se emitía el episodio número trece, titulado Beside the Dying Fire y con él concluía el segundo año de la serie de la AMC.
Hay que reconocer que esta segunda tanda de capítulos ha mejorado, en algunos puntos, mis impresiones con respecto a la serie. Para mí era tedioso contemplar la evolución de este melodrama con zombies, ya que los personajes no llegaban a cuajar ni a interesarme pero, desde el 2x08 hasta el 2x13 han sabido manejar a algunos de ellos con soltura, elegancia y coraje. Soy muy consciente de que el recorte presupuestario al que se vio sometida The Walking Dead impedía tener hordas de zombies y masacres en cada episodio, pero las tramas en la granja de Hershel y los diálogos circulares eran soberanamente aburridos y repetitivos. No obstante, el tramo final tiene un ritmo más rápido y frenético, mejorando de manera muy notable la historia. Parece, que por fin, los guionistas le han cogido el pulso a la serie y saben que quieren contar y como lo quieren contar.
Beside the Dying Fire es un capítulo bastante bueno que me hizo recordar lo magnífico que fue el piloto de la serie. Este episodio, aunque no está a la altura de aquella enorme carta de presentación, se le acerca bastante.
Don´t open, spoilers inside
Un helicóptero sobrevuela Atlanta, ahí vemos los restos del caballo de Rick, y los zombies caminan, se unen, siguen caminando, pasan por la autopista donde perdimos a Sophia, se internan en los campos, se unen más zombies, rompen las vallas de la granja y hacen acto de presencia justo cuando Rick y Carl acaban de matar a Shane. Ojo con esto. Rick mata a Shane con un cuchillo, entonces su otrora amigo vuelve a la vida convertido en zombie (algo que ya habíamos anteriormente), es ahí cuando Carl le vuela la cabeza a lo que solía ser Shane. Es curioso que sin ser mordido, Shane regrese convertido en un zombie. Durante este tramo final ya habían dejado claro en varias ocasiones que había zombies sin mordeduras, algo extraño. Un misterio para muchos pero no para Rick, porque él sabe algo, porque alguien le dijo algo. ¿Recordáis? En el CDC Jenner le susurró al oído unas palabras, pero aún no hemos llegado a eso.
Los que se quedaron en el camino
Lo mejor de este tramo final ha sido como han manejado los guionistas la lucha de poder entre Shane y Rick; y ver como el primero se iba sumiendo cada vez más en la oscuridad hasta que no le deja otra alternativa a su amigo que matarlo como si fuera un perro rabioso. Shane es el personaje que mejor representa la realidad de la situación que están viviendo. N o era, en esencia, una mala persona pero las circunstancias y las personas lo impulsaron hasta el límite.
La muerte de Shane era algo muy esperado, y era más que evidente que ese personaje tenía que desaparecer de la serie porque Rick no podía mantenerlo a raya. Lo que si me sorprendió fue la dolorosa, innecesaria y cruel muerte de Dale, la voz de la conciencia y el único superviviente que se aferraba con fuerza a su humanidad, negándose a vivir con la ley del más fuerte como bandera. Durante el episodio final también perdimos otros habituales de la granja, pero habían aportado tan poco a la historia que su muerte no fue más que una anécdota. Y luego está Andrea, hay que reconocer que tiene un par esta mujer, pues escapar de los zombies en plena noche, sola y casi sin armas, correr durante horas por el bosque, y acabar con algunos caminantes tiene mucho mérito. Por fortuna, cuando está a punto de ser devorada, alguien la salva. Una encapuchada con katana y dos zombies mutilados y encadenados a su lado.
Los que leemos los cómics sabemos de quien se trata. Los que no, pues tendréis que esperar a la tercera temporada para conocer a esta mujer. Por ahora os dejo este enlace donde se habla del personaje y de la actriz que ha sido elegida para darle vida.
La ley de Rick Grimes
Este hombre tiene la difícil papeleta de ser el líder del grupo y todo el peso recae sobre sus hombros. Aunque Daryl destaca y en más de una ocasión le ayuda como cuando acaba con Dale. Rick siempre ha tenido que equilibrar las cosas, satisfacer a su grupo, a Hershel, contener a Shane, cuidar de Lori y Carl, soportar que lo juzguen y lo critiquen. Ahora tiene que cargar con la muerte de su mejor amigo, con el enfado del grupo por no revelar el secreto de Jenner y con una Lori indignada por lo sucedido con Shane.
Matar a Shane no fue una decisión fácil pero no le quedó más remedio. Shane, e incluso Lori, lo empujaron a ese punto. Por otro lado, su mejor amigo intentó matarlo, suma dos y dos. En cuanto al susurro de Jenner, Rick prefirió en contar a todos que los vivos también están infectados, que si mueres regresas convertido en zombie, que no hace falta que te muerdan o arañen. Puede que no fuese la opción más inteligente pero a lo hecho pecho.
Al finalizar el capítulo, cuando todo el mundo empieza a recriminarle por sus actos Rick deja las cosas muy claras, poniendo a todos en su sitio e instaurándose como el tirano del grupo. Eso ya no es una democracia, él está al mando, y más les vale no replicar. Se acabaron las buenas maneras, si quieren sobrevivir tienen que hacer las cosas a su manera o largarse. Las cosas claras y todos enmudecen. Ya veremos que piensa Andrea de esto cuando regrese al grupo, porque doy por supuesto que la rubia encontrará a sus compañeros.
Daryl Dixon
El favorito del público. Este personaje, que no aparece en los cómics, ha crecido mucho durante la segunda temporada. Su búsqueda incansable de Sophia, su relación con Carol, su carácter, su gran capacidad para la supervivencia y su integración en el grupo, desplazando a Shane y haciéndole sombra a Rick, le han convertido en imprescindible para The Walking Dead. Es muy posible que su lealtad para con el grupo sea puesta a prueba más adelante, porque se sabe que Merle, su hermano, volverá a aparecer. Un momento muy importante para este personaje.
Adiós a la granja
Por fin, ya era hora de salir de ese escenario. Forzar a los personajes, dejarles sin cobijo, sin armas, sin alimentos y sin casi gasolina. Ahora están en el exterior, solos, divididos (falta Andrea), con graves problemas internos (Lori apartándose de Rick) y sin saber muy bien hacia donde ir. Eso me gusta porque la granja se había convertido en un foco de inacción total.
Al final de Beside the Dying Fire vemos una enorme penitenciaria. Un lugar que bien podría albergar a nuestros supervivientes y protegerlos de los zombies. Una puerta a la esperanza de cara a la tercera temporada, aunque tras la destrucción de la granja todos son conscientes de que no hay ningún lugar seguro.
De cara a la tercera temporada
El final deja muchas cosas en el aire:
- Andrea y la mujer de la katana
- La prisión
- Ese helicóptero que sobrevolaba la ciudad de Atlanta
- La situación del grupo de Randall
- La relación entre Maggie y Glenn
- La reacción, desproporcionada, de Lori
Ya veremos como evoluciona The Walking Dead en su tercer año, como juegan con los personajes al tener un mayor número de episodios y si la mejora se mantiene o fue un simple espejismo.