La policía chilena ha detenido hoy a Cristian Álvarez Rojas, supuesto responsable de la administración de Cuevana en Chile, en la ciudad de Santiago.

Según diversas fuentes, la detención se ha producido en el marco de una investigación iniciada a consecuencia de una denuncia interpuesta ante el Ministerio Público por HBO Chile, que acusan al popular portal de streamings de películas y series y sus administradores de distribuir en el país sin autorización contenidos protegidos por copyright.

La operación ha sido coordinada por la Brigada del Cibercrimen, quienes se personaron en la residencia de Rojas la cual fue registrada -al parecer con su consentimiento- incautando de la misma varios ordenadores y diverso material que la policía se encuentra estudiando.

Por el momento no se saben los cargos exactos que se le imputan al detenido ni las penas a las que se podría enfrentar. Tampoco está claro en qué afectará esta detención al funcionamiento de Cuevana.

Así que nuevo golpe para el portal, al que desde hace unos meses vienen sometiendo a un duro cerco judicial en la Argentina que como vemos ahora se amplia a otros países.

Concretamente en Argentina hay puestas dos denuncias contra los responsables de Cuevana; una partió de Julián Subías, apoderado de varias grandes productoras de cine, y la otra de Telefe. En ambas denuncias se les acusa de estar infringiendo derechos de propiedad intelectual al operar un sitio cuya actividad principal no es otra que distribuir diversos contenidos audiovisuales mediante streamings sin el permiso, autorización o licencia de los titulares de los derechos de autor sobre dichas obras.

Por otro lado, mientras las denuncias les acusan de infringir copyright y los investigadores opinan que Cuevana no es un inocente portal sino un negocio en toda regla, su mayor responsable, Tomás Escobar, argumenta en su defensa que:

El sitio se ideó simplemente como un índice organizado y prolijo de hipervínculos. Ni más ni menos que lo que hace Google, pero enfocado específicamente en un género y tratando de brindar mayor herramientas a los usuarios.

Ahora solamente queda esperar, esto solamente es otro capítulo de un culebrón que se alargará bastante y cuyo desenlace no pinta nada bien para Cuevana y las personas detrás de él. Solamente espero que al menos nadie termine en la cárcel, porque aunque ciertamente lo que hacen me parece mal ya que no estamos ante una web que se dedica a impulsar la cultura libre sino que industrializa la piratería, algo así no amerita castigo tan duro, no serviría para nada, y parte de la culpa de llegar a estas situaciones la tienen los propios denunciantes y las autoridades.

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