No hay por donde empezar tras estas palabras en boca del CEO de la RIAA, esa organización que junto a la MPAA han logrado leyes contra la innovación durante años o la perpetuidad de los derechos de autor "por los siglos de los siglos". Resulta que tras la marcha atrás de SOPA y PIPA en el Congreso de Estados Unidos, después de engañar a toda la sociedad durante años con la lacra que supone la "piratería", con el argumento de la pérdida de trabajos, del fin de la propia música… ahora resulta que empresas como Google, la Wikipedia o incluso todos los usuarios que nos oponemos a propuestas como SOPA, son pura desinformación.

Cary Sherman, el CEO de la organización, ha escrito un artículo para el New York Times bajo el sesgado título de "Lo que que la Wikipedia no te dirá". Un escrito que engaña y arremete contra todos aquellos que de alguna forma mostraron su apoyo al blackout. Sus palabras retratan la falsedad con la que el lobby de la industria ha estado jugando todos estos años, a la vez nos indican como el modelo de negocio del que ellos mismos participaron durante tanto tiempo decrece frente a la era digital. La RIAA se encuentra cada vez más alejada de la realidad, si alguna vez tuvo algo que ver con los autores, creadores o músicos, de eso queda muy poco o nada. Ellos solo forman parte de las discográficas (no de los artistas) y de la creación de leyes que mantengan su status.

Sherman inicia el artículo hablando del famoso blackout como detonante del parón a SOPA:

… El tsunami digital que se extendió por el Capitolio el mes pasado, obligando al Congreso a dejar de lado la legislación para luchar contra la piratería online en películas, libros, música y otros trabajos creativos, plantea preguntas acerca de cómo funciona el proceso democrático en la era digital. Los responsables políticos habían reconocido una reforma constitucional (y económica) imprescindible para proteger la propiedad contra el robo de América, para proteger a los consumidores de productos falsificados y el fraude, y para combatir a los delincuentes extranjeros que se aprovechan de la tecnología para robar el ingenio de América y el empleo.

Tiene gracia que la RIAA hable de un proceso democrático cuando SOPA es un ejemplo de proyecto sin consenso, se intentaba pasar una ley que atentaría gravemente contra la red sin debate alguno, promovido por ellos mismos como han hecho durante años con la ampliación del copyright, se escudan en el blackout para volver a engañar. El mismo apagón que vivimos fue una respuesta de los ciudadanos para promover ese debate que no se daba.

Hace unos días hablamos de la propia Constitución del país donde queda tipificado que los derechos de autor deben promover la ciencia y las artes útiles, es decir, la innovación y el progreso, dos términos muy alejados de las propuestas que en todo caso nada tienen que ver con la pérdida de empleos. Ni los derechos de autor son una propiedad (más bien son un monopolio) ni existe robo cuando hablamos de infringir, en todo caso infracción.

Luego pasaría a hablar de la tan manida pérdida de ingresos comenzando desde Napster…

… No sé si lo sabían, pero las ventas de música en Estados Unidos son menos de la mitad de lo que eran en 1999, momento en el que Napster, el sitio de intercambio de archivos, surgió. Entonces el empleo en la industria re redujo en más de la mitad…

Quizá en este punto vale la pena recordar que desde que Internet se convirtió en lo que es hoy, jamás había existido tanta música al alcance de todos. Se hace más música que nunca, hay más difusión que nunca, pero evidentemente la gente ya no compra un disco por 20 euros, el modelo cambia, y es precisamente este punto el que tanto RIAA como industria no quieren ver. Cada ve más alejada de la realidad, buscan en propuestas como SOPA mantener el status.

… las empresas en Internet estudiaron el problema en todas sus dimensiones gracias a sus múltiples audiencias. Si bien no hay legislación perfecta, SOPA o PIPA se diseñaron con cuidado, con el apoyo bipartidista casi unánime en el Senado, se basan en las leyes vigentes. Pero de repente, una avalancha de correos electrónicos y llamadas telefónicas al Congreso detuvo la legislación. ¿Era éste el resultado de la democracia o es demagogia? La información errónea puede ser un truco sucio, pero funciona.

… Consideremos, por ejemplo, que la afirmación de que SOPA y Pipa son "la censura", es un término cargado e inflamatorio diseñado para evocar las imágenes de la represión contra los sitios web pro-democracia por parte de China o Irán… Wikipedia, Google y otras compañías avivaron la polémica injusta equiparando SOPA con la censura. También argumentaron equivocadamente que las facturas que se han requerido a los sitios Web para "monitorear" lo que sus usuarios suben, ignorando convenientemente lo dispuesto, como la "no obligación de controlar" la sección.

… Las falsedades hiperbólicas, que se presentaron en las páginas de algunos de los lugares del mundo más populares, constituían un abuso de confianza y un abuso de poder. Cuando la Wikipedia y Google pretende ser fuentes neutrales de información, pero luego aprovechan su status para presentar información que no sólo no es neutral, sino que es incompleta y engañosa, están engañando a sus usuarios a aceptar como verdad lo que no son más que egoístas declaraciones políticas.

La entrevista continuó y Sherman mantuvo el mismo slogan sesgado. Difícilmente se puede defender algo de su locución. Si censura no es cerrar una web sin juicio, si tampoco es obligar a los buscadores e ISPs al bloqueo (o a cambio llevar a cabo los costes por incumplimiento) o a cortar cualquier actividad económica del denunciado, entonces deben estar en lo cierto, y tanto la Wikipedia, Google y el resto de los mortales que creemos que se trata de un atentado contra la libertad de expresión, estamos equivocados.

Aún así, tiene su gracia que Sherman no sea músico ni "artista", quizá por eso no entienda que el problema de fondo se encuentra en el modelo de negocio que ya no sirve, en las caducas leyes de copyright actuales que chocan directamente en la forma en la que hoy nos comunicamos, compartimos.

Sherman, casualidades de la vida, es licenciado en abogacía, para más señas, especialista en derechos de autor.