Yo es que alucino. No es sólo que la homeopatía sea una versión modernizada del timo de la estampita, es que además probablemente el único mérito que se le pueda atribuir a los proclamadores homeopáticos (que si digo timadores igual se enfadan) es el de encontrar formas cada vez más rebuscadas, ingeniosas y abrumadoramente estúpidas en las que envasar ese mal invento llamado homeopatía ¿La última? En forma de aplicación de iOS.

Hace un rato a través de Twitter llegué a Quantum Pharma, una aplicación con una apariencia tan seria, una interfaz medianamente cuiadada y una descripción absolutamente correcta desde el punto de vista ortográfico que es necesario leer un par de veces con la boca abierta para autoconvencerse de lo que estás viendo es real. Sin más prolegómenos, lo que hace Quantum Pharma ni más ni menos que poner el teléfono en un modo superespecial que emite ondas gracias a la física cuántica (sic) e 'impregna' mediante este método un vaso de agua preparando de este modo una sencilla solución homeopática.

Dicho de otro modo, te llenas un vaso de agua, le acercas el teléfono hasta que oyes un pitido y te lo pimplas, así de fácil. Así de fácil y así de estúpido. Porque eso de decir que 'esta aplicación es que usa los principios de la física cuántica' ya me lo sé yo, es una expresión tan bonita y rimbombante que hace que des la impresión de saber mucho de lo que estés hablando aunque tus niveles cognitivos estén a la altura de los de un chimpancé.

La app viene en dos cómodos formatos, que ya nos ponemos a timar lo hacemos bien, uno Lite, gratuito y otro Pro, la diferencia que separa ambas es el nivel de gilipollez del consumidor, uno se bebe el agua gratis y el otro pagando.

No voy a entrar, porque igual alguno lo pensaba, en rebatir el fraude absoluto que es la homeopoatía, en primer lugar porque es carne de otro post, y en segundo porque si estás dispuesto a rebatirlo es porque probablemente pertenezcas al grupo de los que comprarían la versión Pro con lo que la discusión perdería todo el sentido. El otro día hablábamos de la necesidad que tenía Google de controlar un poco el Android Market para que no se colasen falsas aplicaciones, software malicioso, parece que a Apple le toca a hacer lo mismo no con este tipo de situaciones sino con otras donde el usuario puede llegar a pagar por lo que es ni más ni menos, un timo.

Dispuesto a llegar hasta la verdad y hasta el esclarecimiento máximo de los hechos para vosotros, queridos lectores, me bajé la aplicación. Una vez descargada, comprobé con asombro que el primer remedio era para curar la resaca, así que ni corto ni perezoso me he abierto una botella de anís de las que han sobrado de las Navidades y me he pegado una cogorza de mucho cuidado. Cuando las benditas moléculas del alcohol empezaban a desaparecer procesadas por mi organismo y una bonita resaca empezaba a formarse en mi cabeza, me he puesto un buen vasito de cerveza, que en el fondo es casi lo mismo que agua, y lo he rociado nada más y nada menos que no una sino 4 veces con mi querido iPhone, toma sobredosis homeopática. Y nada, que me he acabado pillando otro pedo y una resaca todavía más gorda. No bebáis, niños, que es muy malo.

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