Platos voladores que penden de hilos, monstruos de látex que en vez de asustar divierten, guiones que pretender ser serios con líneas como: "El señor Pleyel ha sido asesinado. ¡Traigan un doctor, rápido!" (LOL de "El fantasma de la ópera", 1943).

No sólo los fanáticos del género (si hay fanáticos de la estrellita más trasnochada de Operación Triunfo, cómo no van a existir fans del Clase B) disfrutan de estas cintas. También cineastas respetados por la industria gozan con cada proyección de una de Bela Lugosi, y hasta copian recursos de estos títulos. Roger Corman, director de "Wasp Woman" (bella mujer de día, y de noche ¡avispa!) y uno de los estandartes de las películas "de segunda", es admirado abiertamente por Martin Scorsese y James Cameron. Ed Wood ("Plan 9 del Espacio Sideral", buenísima de tan mala) se convirtió incluso en una figura sobrevalorada a partir del film-homenaje de Tim Burton, "Ed Wood".

Otrora cine basura, títulos como "La novia del monstruo", sobre un científico loco que quiere dominar al mundo con una nueva raza de adefesios humanos, hoy son piezas de colección de cinéfilos y geeks de todo el mundo. ¿Cuántos de nosotros no querríamos tener el póster original de algunas de éstas en el cuarto de casa?

"La repetición del error confirma un estilo", dijo alguna vez Pedro Almodóvar. Aquellas cintas de robots de lata, o de animales que devoraban gente como en "Tarantula" -donde aparece un entonces desconocido Clint Eastwood-, ayudaron a codificar un lenguaje llenos de desbordes, primeros planos de gritos, cortes de cámara pésimamente hechos... que configuraron una estética particular y sumamente divertida.

El origen de la especie

Superada la depresión de 1929, los poderosos estudios de cine invirtieron fortunas en las películas de grandes estrellas y decorados suntuosos. Por lo bajo, y con las sobras de las superproducciones, se rodaban metros de celuloide para completar los amplios programas de los cines.

A esta industria del descarte fueron a parar algunos directores lunáticos y actores sin mayores oportunidades, quienes trabajaban con la libertad del que no tiene mucho o nada que perder.

Como la libertad que tuvo Ed Wood (mi favorito) en "Glen o Glenda", que se animó a presentar, a su modo, un punzante alegato a favor del travestismo en 1943. Algo que hubiese sido imposible desde el cine mainstream.

Otro ejemplo es "La invasión de los ladrones de cuerpos" (1956, Don Siegel), donde se permite -a partir de los zombies- una segunda lectura contra el macartismo que sacudía entonces a la cultura estadounidense. A propósito, ¿cuánto le debe la ciencia ficción y las cintas de terror de todos los tiempos al cine clase B? La manera brillante de George Romero de criticar las políticas de los países dominantes, hilando fino en sus simples historias de muertos vivientes... ¿cuánto de esto hay que retribuírselo al genial e infravalorado Don Siegel?

En los años 60, las grandes productoras en crisis intentan reducir costos librándose de los films de baja categoría. Los realizadores independientes continuarían la tarea de saciar la demanda de morbo y adrenalina. Aparecen joyas (clase b) como "Un millón de años AC", con una Raquel Welch que parte la tierra, en la que se puede disfrutar de cavernícolas con pancita y mujeres prehistóricas de prolijos peinados al estilo 1960 -y por supuesto, perfectamente depiladas-.

Con los años, la producción del cine de bajo presupuesto no ha mermado. Ahora, por supuesto, lejos de los estudios y sólo en manos de cineastas independientes que con poco hacen mucho (un ejemplo es la película "El mariachi" un "milagro", como la catalogó la crítica que Robert Rodríguez filmó con sólo 23 años y muy pocos billetes en su bolsillo).

Las cosas por su nombre

  • Clase B: películas de bajo presupuesto, pero con pretensiones de espectacularidad. Se caracterizan por su temática fantástica.

  • Cine Bizarro: ambiguo término que abarca al cine de rarezas, de terror o fantástico. Generalmente hace referencia al mal cine desde un punto de vista de calidad final, pero no sólo al de bajo presupuesto (viene del italiano, fogoso, esforzado, raro). Absolutamente recomendado el libro "Cine Bizarro" de Diego Curubeto.

  • De culto: film que pocos han visto pero que provoca fanatismo en esa reducida platea.

  • Gore: el "encanto" se encuentra en las vísceras que se exhiben. Morbo.

  • Clase Z: la clase B es Avatar comparadas con estas.

El universo de las películas "de bajo coste" genera fascinación por sus intenciones artísticas, sus pretensiones de "obra de arte", pero por sobre todo por sus yerros, su estética chirriante, y por esa lógica antojadiza que sólo respeta el dictado de la imaginación.

El recomendado para tu Geekoteca

Antes de la superproducción de "Los 4 Fantásticos" existió otra cinta sobre los preferidos de Stan Lee, filmada por el propio Roger Corman (si Ed Wood es el abuelo del género, Corman es el padre). La historia es muy curiosa. Una productora tenía los derechos adquiridos para llevar al cine la historia del Elástico y compañía. Derechos que se estaban por vencer. Unos meses antes de esto, decidió hacer con poco dinero, una película que amortizara los costos. Se invirtió sólo millón y medio de dólares (nada para este tipo de producciones). Y los resultados están a la vista. La película es pésima, pero como sucede con la mayoría de los films clase B, no puedo dejar de verla. ¿Se animan?

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