La contaminación lumínica, es decir, el exceso de iluminación artificial de las zonas pobladas, provoca que cada vez sea más complicado poder realizar observaciones astronómicas tanto por investigadores como por aficionados. De hecho, los grandes telescopios y observatorios terrestres se sitúan en zonas alejadas de los núcleos poblados en los que, además, se protege mucho el espacio aéreo para mantener unas condiciones óptimas para la observación. Uno de los enclaves privilegiados para la observación astronómica son las Islas Canarias (España), concretamente la isla de Tenerife que es la que aloja el Instituto de Astrofísica de Canarias, con los observatorios de Roque de Los Muchachos (La Palma) y del Teide (Tenerife), que gracias a una estricta regulación se mantienen controladas las fuentes de contaminación lumínica. Precisamente, desde Tenerife nos llega un bello timelapse que cubre cerca de un año de observaciones astronómicas desde uno de los cielos más limpios del planeta.

Tenerife es un lugar privilegiado desde el que se puede observar el cielo sin apenas perturbación. En este timelapse podemos observar lluvias de estrellas fugaces, las cuadrántidas de enero de 2011, perseidas, geminidas, táuridas, úrsidas, leónidas y las cuadrántidas de enero de este año, un vídeo resumen de un año de observaciones que se ha realizado con unas cámaras Nikon d700 y Nikon d90 y objetivos Nikkor Fish Eye 10,5 mm f 2,8, Nikkor 50 mm f: 1,8 y Nikon 18-35 f:3,5-4.

El excepcional clima de las Islas Canarias y la transparencia de sus cielos hacen que sea un emplazamiento idóneo para realizar observaciones. En el caso de los observatorios del Instituto de Astrofísica de Canarias, éstos se encuentran a 2.400 metros de altitud, fuera del mar de nubes que suele formarse en las zonas altas de las islas. Además, en 1988 se desarrolló un marco legal que protege la calidad de los cielos de Canarias (la Ley para la Protección de la Calidad Astronómica de los Observatorios del IAC o Ley del Cielo) que afecta a las islas de Tenerife y La Palma y que evita cuatro tipos de contaminación: lumínica, radioeléctrica, atmosférica y la del tráfico aéreo. Concretamente, esta ley regula:

El uso de un alumbrado adecuado en las zonas pobladas, reduciendo la intensidad de la iluminación a partir de las 0:00 El control de las estaciones radioeléctricas para evitar que interfieran en los observatorios Prohibición de las actividades industriales que puedan contaminar la atmósfera a más de 1.500 metros de altitud Control de las rutas aéreas para que no transcurran en las zonas protegidas que quedan dentro del campo de observación del IAC

Con una protección tan celosa del cielo es normal que puedan grabarse timelapses como ese.

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