Bradley Manning fue detenido en mayo de 2010 por el Ejército de Estados Unidos acusado de haber revelado documentos clasificados relativos a las invasiones de Irak y Afganistán y los cables diplomáticos que, posteriormente, fueron publicados por WikiLeaks. Este soldado de primera clase ejercía de analista de inteligencia en la 10ª División de Montaña del Ejército de Estados Unidos hasta que fue detenido, encerrado sin cargos durante más de un mes en una base militar en Kuwait y, posteriormente, fue trasladado a un centro de detención del Cuerpo de Marines de Estados Unidos y posteriormente a la prisión militar de Fort Leavenworth. Tras un encierro de más de año y medio, hoy Bradley Manning se ha enfrentado al primer día de una vista previa, según el artículo 32 del Código de Justicia Militar de Estados Unidos, que decidirá si hay indicios de delito según la acusación presentada por los fiscales militares y si, por tanto, procede convocar un consejo de guerra contra Manning.

Esta vista, según el artículo 32, es un procedimiento previo al juicio y, por tanto, no es un consejo de guerra, es decir, no es un juicio militar puesto que lo que se dictamina aquí es si, en base a las investigaciones realizadas, hay pruebas suficientes como para sustentar la acusación y, por tanto, celebrar un juicio:

Antes de cualquier juicio militar o consejo de guerra, debe realizarse una investigación imparcial que esclarezca los hechos acontecidos, formule los cargos correspondientes, la consideración de estos cargos y las recomendaciones oportunas a la autoridad militar en interés de la justicia y la disciplina. El acusado será informado de los cargos de los que se le acusan y tendrá derecho a estar representado durante la investigación. Además, el acusado contará con la oportunidad de examinar a los testigos que le acusan y aportar testigos que sirvan para mitigar o refutar la acusación. Después de la investigación, si se formulasen cargos, se entregará a los acusados una copia de los testimonios recogidos.

La primera de las cuestiones revisadas en esta vista ha sido el tratamiento de la información que se va a manejar, ya que estamos hablando de una investigación sobre la revelación de secretos militares y, por tanto, según las indicaciones de los representantes del Ejército, el material ha sido calificado como sensible lo cual hará que algunas partes de la vista se realicen a puerta cerrada (abriéndose aquellas que no supongan perjuicio para el Ejército de Estados Unidos). En este tipo de vistas, el acusado está presente junto a sus abogados oyendo las conclusiones de la investigación del gobierno de Estados Unidos, que es representada por un equipo de abogados del Ejército (que ejercen la labor de fiscales).

¿Y quién forma la defensa de Bradley Manning? La defensa de Bradley Manning es un equipo mixto entre un abogado civil y dos letrados militares. El abogado civil David Coombs está apoyado por el Mayor Matthew Kemkes y el Capitán Paul Bouchard. ¿Y quién representa al gobierno de Estados Unidos? El equipo que ejercerá de fiscales está formado por tres capitanes del Ejército de Estados Unidos: Ashden Fein, Joe Morrow y Angel Overgaard.

Esta primera jornada de vista previa contra Bradley Manning se está desarrollando a puerta cerrada, de hecho, los medios de comunicación no pueden retransmitir en vivo nada de lo que está pasando y, por tanto, deben aprovechar los recesos para realizar cualquier comunicación. Tal es la congregación de prensa destacada en Fort Meade (Maryland) que tan solo han podido acceder a la sala unos 10-12 periodistas y, el resto, está ubicado en una sala siguiendo el proceso mediante circuito cerrado de televisión. Es curioso, y quizás haya sido algo buscado, pero Fort Meade es la base militar en la que se encuentran las dependencias de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) de Estados Unidos.

¿De qué se acusa a Manning? Según las conclusiones planteadas por el equipo de fiscales, el soldado de primera clase Bradley Manning se descargó 380.000 documentos pertenecientes al gobierno de Estados Unidos entre los que se encontrarían el cable Reykjavik-13, el primer cable publicado por WikiLeaks en febrero de 2010 y que, para el gobierno, supone haber pasado información clasificada al enemigo.

Uno de los primeros movimientos de la defensa de Manning, encargada al abogado civil David E. Coombs, ha sido la de solicitar una moción para recusar al Teniente Coronel Paul Almanza como presidente de la comisión de investigación que controla esta vista (es decir, el que hace las veces de juez) puesto que, según la defensa, existe conflicto de intereses.

Cualquier persona razonable vería que el oficial al cargo de la investigación es parcial

Según Coombs, el Teniente Coronel Almanza ha trabajado en el Departamento de Justicia de Estados Unidos como fiscal federal (ya que su condición militar es la de reservista) y, por tanto, podría utilizar este juicio como base para su investigación contra Julian Assange, incluyendo el uso de Manning como testigo. Por otro lado, el gobierno ha mandado llamar 20 testigos de los cuales la defensa únicamente conoce el nombre pero no los motivos que hacen que tengan que testificar, sin embargo, de los 48 testigos solicitados por la defensa, 10 coincidían con la acusación y de los otros 38, solamente se han aprobado 2 testigos. Además, la defensa no está conforme con la posibilidad de que algunas de las partes del proceso sean a puerta cerrada, algo que han solicitado que no fuese así pero se han denegado todas las peticiones. Finalmente, la defensa de Manning se ha quejado de los retrasos del proceso y la dilatación de la fijación de la vista que hoy ha arrancado.

In this courtroom sketch, Army Pfc. Bradley Manning, second from left, sits as his attorney, David E. Coombs, speaks during a military hearing in Fort Meade, Md., Friday, Dec. 16, 2011, that will determine if Manning should face court-martial for his alleged role in the WikiLeaks classified leaks case. Manning is suspected of being the source in one of the largest unauthorized disclosures of classified information in U.S. history. (AP Photo/William Hennessy)

Tras la petición de la defensa para forzar el abandono del Teniente Coronel que ejerce las veces de juez, los fiscales que representan al Ejército no consideraron procedente esta protesta y, además, el Teniente Coronel Almanza declaró que no se consideraba parcial. Según el fiscal, el gobierno de Estados Unidos cuenta con pruebas suficientes para sustentar este caso y se despejará cualquier duda sobre la imparcialidad. De hecho, la vinculación del Tte. Coronel Almanza con el Departamento de Justicia está relacionada con la legislación y, por tanto, no ejerce en las funciones de fiscal además de no tener relación alguna con la investigación del Departamento de Justicia contra WikiLeaks.

Este cruce de acusaciones finalizó en un receso de 90 minutos en los que el Teniente Coronel Almanza debía meditar su decisión de apartarse o no del caso (planteando la cuestión a sus asesores legales). Coombs, el abogado defensor de Manning, aseguró que si Alamanza no se retiraba del caso, recurrirían a la Corte Militar Criminal de Apelaciones para cuestionar el procedimiento seguido. Tras el receso, y como era de esperar, el Teniente Coronel Almanza rechazó la petición de la defensa y se continuó con la vista. Coombs, durante el receso, preparó la denuncia correspondiente a la Corte de Apelación y solicitó al Tte. Coronel Almanza una transcripción del juicio para anexarla a la denuncia y la petición fue rechazada porque la transcripción del juicio era un resumen y no una transcripción literal.

Al final, poco más se ha avanzado en la vista y continuará mañana a las 10 de la mañana de la Costa Este de Estados Unidos, con un Tte. Coronel Almanza que no piensa retirarse del juicio salvo que la Corte de Apelación lo aparte de manera expresa.

Imagen: William Hennessy / AP (Juicio)

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