El que sea un usuario habitual de Mac probablemente conozca Sparrow, un cliente para Gmail que está disponible para este sistema operativo desde hace unas semanas. Hoy esta aplicación ha recibido una actualización que aparte de lo que os voy a comentar no tiene nada realmente novedoso, pero si algo que me sorprende mucho que no hayan implementado otros servicios más importantes.

El funcionamiento es muy sencillo, tienes un ejemplo en el siguiente vídeo.

Como ves el funcionamiento no es nada del otro mundo, arrastrar y soltar, algo que podemos hacer en muchas aplicaciones. Ahora bien, lo que hace Sparrow no es adjuntar el archivo dentro del propio email --como se suele hacer habitualmente-- sino que lo sube a la nube e incrusta el archivo en forma de enlace dentro del texto, todo ello de forma automática y casi transparente para el usuario. El archivo es subido a otro servicio también conocido para los usuarios del sistema operativo de la manzana, CloudApp.

¿Qué ganamos con esto? Pues simplemente nos ahorramos muchos quebraderos de cabeza que nos pueden dar nuestro email, tanto al enviar cómo al recibir. Primero de todo el envío y la recepción es mucho más rápida al tratarse sólo de hipertexto, también nos quitamos los problemas con el tamaño de los archivos adjuntos y en parte de los emails infectados de malware. Y digo en parte porque en ese sentido este sistema no es completamente eficaz, ya que los usuarios mal intencionados siempre podrían intentar colarlos un archivo infectado en uno de esos enlaces, con lo que tendríamos que continuar estando muy pendientes de donde pinchamos y qué nos descargamos. En servicios cómo Gmail si el archivo va adjunto este problema está más controlado, debido a que los emails infectados son filtrados ya por el propio servicio.

Más allá de los problemas y de las ventajas e inconvenientes de la propia aplicación (que los tiene) me gusta mucho esta forma de adjuntar archivos y probablemente sea la que se use no dentro de mucho por defecto en muchos de los servicios de email. Tan sólo me sorprende que otras empresas más grandes no se hayan adelantado, pero todo se andará. Llegará el día en que desde nuestro navegador arrastremos un archivo a Gmail y este se suba automáticamente al rumoreado Google Drive, o lo mismo en Hotmail haciendo el upload del archivo al ya presente SkyDrive. Sencillo, rápido (dependiendo del tamaño del archivo) y sobre todo, cómodo.

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