La aplicación de la robótica al mundo de la medicina ha servido para desarrollar nuevos instrumentos quirúrgicos que han posibilitado, por ejemplo, nuevas intervenciones menos invasivas o el desarrollo de prótesis robóticas muy precisas que permitan a alguien que ha perdido una pierna andar de manera natural. Sin embargo, aunque estas manos, brazos o piernas robóticas sean cada vez más precisas, los pacientes deben pasar por un proceso, a veces largo, de ajuste que la empresa Touch Bionics quiere reducir gracias al desarrollo de un simulador que podría permitir a los médicos ajustar al máximo y simular el funcionamiento de la prótesis reduciendo el tiempo de adaptación de los pacientes.
Touch Bionics es una empresa que, precisamente, no es nueva en el mundo de las prótesis robóticas y tiene un impresionante catálogo de manos robóticas (completas y parciales) con las que los pacientes pueden realizar una vida normal con una mano que, a primera vista, puede parecer sacada de una película de ciencia-ficción. Virtu-LIMB es un sistema que consta de una tira de sensores que se colocan en el brazo del paciente y que detectan los movimientos musculares de éste en la acción natural de mover la mano (abrirla, cerrarla, etc). Los sensores transforman esta información en una señal eléctrica que viaja a una base que, a través de Bluetooth, se comunica con un ordenador que traslada el movimiento a una simulación de una prótesis robótica de una mano emulando el movimiento captado. La idea es que el médico sea capaz de trasladar a este simulador una batería de movimientos del paciente que permitan depurar la configuración de la prótesis para que ésta se adapte mejor al paciente y detectar la mejor ubicación posible para colocar los sensores que la harán funcionar.
Pero aquí no termina la cosa puesto que esta base, además, permite la conexión de una prótesis real por lo que tanto paciente y médico pueden ver el comportamiento de ésta en vivo y, en caso de disfuncionalidad, compararlo con el simulador que tienen en el ordenador. De hecho, también servirá como centro demostrador (para mostrar las prótesis a los pacientes) y como dispositivo de entrenamiento (para que los pacientes se vayan haciendo al funcionamiento de la prótesis).
La verdad es que vale la pena echar un vistazo a las imágenes del dispositivo y a algunos de los vídeos que existen de las prótesis de esta empresa escocesa nacida como spin-off de un hospital de Edimburgo. Si alguien pensaba que las manos robóticas eran algo del futuro, ese futuro ya está aquí y, además, muchas empresas y universidades siguen trabajando en la mejora de estos dispositivos.