Una de las ventajas de la telefonía móvil ha sido el desarrollo de terminales para puntos de venta (TPV) que permiten el cobro con tarjetas de crédito sin necesidad de contar con una línea telefónica fija que contacte con la entidad bancaria que da soporte al sistema de pagos. Gracias a esto, muchos pequeños establecimientos han podido disponer de un sistema de pagos sin necesidad de contar con una infraestructura fija (incluso se ven en la venta ambulante) y, pensando en la movilidad, una empresa canadiense ha lanzado una aplicación que permite transformar un smartphone en un TPV, eliminando la necesidad de acuerdo con una entidad bancaria y dotando al comerciante de un amplio radio de acción.
Payfirma, que es como se llama esta aplicación, permite que usemos un iPhone, un dispositivo BlackBerry o un iPad como terminales de cobro con tarjeta de crédito. El último en incorporase, precisamente, ha sido la versión para los dispositivos de RIM pero, básicamente, el sistema funciona igual en los tres dispositivos. La idea es instalar una aplicación, darse de alta en el sistema y utilizar el dispositivo como terminal de cobro introduciendo los dígitos de la tarjeta de crédito. Lógicamente, el servicio no es gratuito y, además de un alta y un mantenimiento mensual, cobra un porcentaje de comisión por cada transacción realizada (al igual que las entidades bancarias con los terminales clásicos), pero aún así me parece una idea muy interesante que abre muchas posibilidades al uso del smartphone desde un punto de vista profesional.
Desde que se empezó a decir que el móvil permitiría realizar pagos hasta que empezamos a ver los primeros sistemas comerciales, realmente, ha pasado bastante tiempo pero, quizás, estén llegando en un momento muy adecuado. Tanto este ejemplo como Google Wallet demuestran las posibilidades del móvil como medio de pago, ya sea para sustituir las tarjetas de crédito (gracias al NFC) como a los terminales de venta de los bancos (lo cual podría permitir pagar una multa de tráfico al instante y con tarjeta de crédito si el agente fuese equipado con un smartphone).
Sin embargo, aún nos faltan tres ingredientes para que los pagos a través del móvil sean una realidad y no se queden en un simple intento. Para empezar, necesitamos que las entidades financieras confíen en esta alternativa y se asocien a partners tecnológicos (tal y como hizo Citigroup con Google) para ofrecer un servicio conjunto que dé esa sensación de confianza que necesitan tanto los comerciantes como los consumidores y, precisamente, estos son los otros dos ingredientes que necesita este sistema. Eso que llaman ahora confianza digital es, precisamente, lo que hará que los pagos móviles sean algo más cercano al presente que al futuro.
Imagen: Visa