Imagina que un mal día te llega un anuncio a casa. Has sido demandado por descargar o compartir contenido protegido por copyright. Sabes de lo que son capaces estas personas, capaz de llevarte a un lío legal que te deje en la calle. Pero ellos, tan compasivo, te ofrecen una salida: pagar una indemnización de unos cuantos cientos (o miles) de dólares para perdonarte de tu crimen. En esa situación se encuentran 201.828 usuarios de BitTorrent, una cifra amasada desde enero de 2010.

La monetización del miedo al copyright no es un negocio nuevo. El modus operandi es el mismo: te demandan, te intimidan y te ofrecen un pago cómodo para salir sin juicio. El mecanismo debe funcionar muy bien para la industria, pues en año y medio ya han logrado superar las 200 mil reclamaciones en Estados Unidos. Y eso que sólo estamos hablando de usuarios de BitTorrent.

En promedio, las personas que deciden pagar la indemnización por intercambio de archivos desembolsan 2,500 dólares --algunos más, otros menos, dependiendo el volumen de las descargas--. Aunque esta cifra parece muy exagerada, no es nada en comparación con la multa de 150 mil dólares que podrían obtener si se prueba su "culpabilidad". Si tan sólo la décima parte de los demandados acordaran hacer este pago, la industria obtendría la nada despreciable cifra de 50 mil millones de dólares. Más escandaloso aún: si la mitad decidiera realizar el pago, tendrían 250 mil millones más en sus arcas.

Los usuarios suelen ceder porque saben que tienen pocas oportunidades contra las grandes compañías. La industria no quiere perderse ni un centavo, como han demostrado las demandas de los productores de The Hurt Locker a casi 25 mil usuarios de BitTorrent o la de los responsables de The Expendables contra otros 23 mil individuos. Las productoras ya han encontrado una gallina de los huevos de oro con estas acusaciones, pues basta con intimidar y presionar lo suficiente para tener una ganancia segura. Quien sabe, a lo mejor la industria sí ha encontrado una manera de adaptarse a un nuevo modelo de negocio en Internet: demandar y cobrar. Estoy seguro que muchas películas y álbumes musicales ganarán mucho más dinero de esta forma que con las ventas directas.

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