Para cualquier fanático de Apple hoy será un día para recordar y un día triste al mismo tiempo. La renuncia Steve Jobs de su cargo como CEO cayó como un balde de agua fria a toda la industria. Se va un gran responsable de que se llegara a inventar y vender productos que han cambiado muchos de nuestros hábitos del día a día, que ha reinventado la computación dos veces, cambiado la forma que escuchamos música, la manera en que usamos un smartphone e iniciar una nueva generación de dispositivos móviles táctiles.

Para toda la industria el anuncio es como un terremoto que causa ondas de choque las cuales sentiremos durante meses, posiblemente años. Pero tan sorpresiva es una noticia que muy probablemente ha sido meticulosamente calculada, planeada durante meses que es un paso más de un largo plan de sucesión que empezó meses antes que Steve Jobs anunciara su tercer retiro voluntario por motivos médicos.

En aquel momento Jobs dejaba las decisiones del día a día a Tim Cook mientras el se centraba en las decisiones grandes, recordemos sus palabras:

A petición mía, el consejo de administración me ha concedido una licencia médica para que pueda dedicarme a mi salud. Seguiré como consejero delegado y participaré de las principales decisiones estratégicas para la compañía. Le he pedido a Tim Cook que se encargue del día a día de Apple. Tengo gran confianza en que Tim y el resto del equipo ejecutivo harán un gran trabajo llevando a cabo los apasionantes planes que tenemos previstos para 2011. Amo a Apple y espero volver tan pronto como pueda. Mientras tanto, mi familia y yo apreciaríamos profundamente el respeto a nuestra privacidad.

Y aunque Cook no le fue asignado el título de CEO en ese momento, es lo que ha estado haciendo desde hace siete meses (y posiblemente aún más). De hecho, el «participar de decisiones estratégicas para la compañía» es basicamente lo que Jobs estará haciendo ahora con su nuevo cargo al frente de la junta directiva. El no-nombramiento de Tim Cook hace siete meses es parte de ese detallado plan de sucesión: no tiene sentido que el anuncio de una nueva cabeza de la compañía quede hundido ante las miles de noticias relacionadas con la salud de su antecesor.

Bajo la tutela de Tim Cook por los retiros voluntarios de Steve Jobs han pasado una serie importante de cosas dentro de la compañía, uno de ellos es el supervisar gran parte de la fase de desarrollo del iPad (durante el retiro de inicios de 2009) y además (probablemente más significativo) es que Apple atravesó por uno de los trimestres más espectaculares de su historia (el pasado) con la venta de más de 20 millones de iPhones (además, modelos de un año o dos de haber sido lanzados) y más de 9 millones de iPads durante ese corto periodo. No es extraño pensar, por lo tanto, que las labores diarias de Tim Cook no cambien, o cambien de forma poco significativa.

Gran parte de los temores de la salida de Steve Jobs como CEO de Apple es que se repitan los errores cometidos durante parte de los 80s y los 90s, épocas en que la compañía estuvo al borde de la quiebra por una cadena de errores cometidos por un grupo de personas que poco o nada tenían que ver con una empresa que usa la fuerza de la innovación como estrategia de negocio primordial. Hoy, personas como Phil Schiller, Scott Forstall, Jonathan Ive, el mismo Tim Cook y otros directivos quienes ya mantienen un nivel de calidad altísimo en cada una de las áreas de la compañía, se encargarán de continuar la visión de Jobs hacia el futuro y evitar los errores pasados.

Apple también se encuentra en una posición sumamente diferente a la que estaba en los 90's antes que Steve Jobs regresara. Ahora es la compañía tecnológica más importante del mundo con un valor de mercado muy cercano a los 350 mil millones de dólares (al momento de escribir este artículo). Además y a diferencia del estado de la empresa hace 20 años, tienen más de una línea de negocio, algunas en las que ellos entraron y otras que ellos mismos han creado.

Sí, será difícil reemplazar a Steve Jobs, será difícil tener a un líder capaz de hacer cosas como convencer a las cuatro grandes discográficas de subirse al tren de la venta de música por internet o de transformar por completo la industria de la telefonía móvil dándole el poder a los desarrolladores creando un ecosistema de aplicaciones que es lo que realmente le da valor a su sistema operativo móvil. Decisiones arriesgadísimas que ninguna otra persona fue capaz de tomar.

Aún así, Steve Jobs no es un robot, no vivirá para siempre, no se encuentra en su mejor estado de salud. Este día tenía que llegar tarde o temprano. Extrañaremos las presentaciones espectaculares que daba tres o cuatro veces al año, extrañaremos el personaje público, pero estoy seguro que no extrañaremos el ritmo de innovación, la calidad de producto, las sorpresas que suele darnos Apple a quienes somos entusiastas de la tecnología y no dejará de hacerle más sencilla la tecnología a cualquier persona que se acerque a cualquier cosa hecha por la compañía.

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