AMD no apunta solo al nivel máximo en la relación potencia/precio en sus Procesadores acelerados, sino también a equipos más humildes que también necesitan un gran todo en uno, aunque no incorpore 8 o 4 núcleos. Hoy, la firma ha anunciado una nueva incorporación a su familia de APUs con el nombre de modelo A6-3500 que llega para completar el segmento bajo en sus todo en uno de mayor eficiencia energética. Aunque se especuló con que AMD cancelaría el lanzamiento de APUs Llano de tres núcleos, la firma se ha animado finalmente con este nuevo procesador todo en uno de la gama más básica.

Al contrario que sus hermanos mayores, el A8-3800 y el A6-3600, esta APU más económica no incluirá cuatro núcleos, si no 3. Además, llevará un precio por debajo de los 100 dólares bastante atractivo para cualquier equipo de gama básica que no precise de grandes aspavientos ni un rendimiento desmesurado, pero sí se contente con un consumo moderado. El pequeñísimo procesador de AMD incorpora además 320 co-procesadores de streaming gráficos en el núcleo del chip Radeon dedicado, con una frecuencia de 443Mhz. El consumo de esta unidad combinada es bastante controlado, y produce un TDP máximo de tan solo 65W, perfecto para compactas refrigeraciones por aire.

Al igual que el resto de procesadores de la serie A, el A6-3500 puede funcionar en modo CrossFireX híbrido con modelos selector de la serie 6000 de AMD Radeon, y pueden alternarse según las condiciones lo requieran para bajar el consumo del ordenador, o rendir al máximo si el entorno cambia (como por ejemplo, en videojuegos) Esta unidad está disponible a partir de hoy en los Estados unidos con un precio de US$95, y llegará pronto a otros mercados. El modelo inmediatamente superior a este, el A6-3600/3650, con cuatro núcleos, ya tiene un precio por debajo de los 100€, de modo que la nueva versión de triple-core podría situarse perfectamente en un segmento entre los 80 y 90€.

La serie de APUs Llano de AMD se caracteriza pricipalmente por incorporar núcleos gráficos usables en muchos escenarios, eliminando la necesidad de montar una tarjeta gráfica dedicada en los equipos más económicos, que pueden servir propósitos desde la ofimática hasta el gaming (en entornos básicos) sin recurrir a fuentes de alimentación extremas, ni sistemas de refrigeración entusiastas para mantener el ordenador con una temperatura controlada. No son unidades de un rendimiento excelso, si no la alternativa económica para los más ahorradores, de modo que si buscais potencia no son una elección acertada. Sin embargo, su reducido coste y consumo los convierten en una fantástica opción en equipos de perfil bajo, que requieren un mantenimiento menor y ofrecen un rendimiento ajustado para la mayoría de tareas convencionales, incluso si hablamos de reproducción de formatos en alta definición con perfiles exigentes.

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