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Hoy en día, prácticamente, no podemos vivir sin nuestro teléfono móvil y consideramos la telefonía móvil como un servicio básico. Si echamos la vista atrás, nos damos cuenta que la telefonía móvil es un servicio relativamente joven y que, en unos 25 años, ha dado cuatro grandes saltos tecnológicos. Hoy 1 de julio, precisamente, se cumplen 20 años de uno los saltos tecnológicos más importantes en el mundo de la telefonía móvil: la primera llamada realizada con el estándar GSM. El 1 de julio de 1991, el Primer Ministro de Finlandia de la época, Harri Holkeri, llamó por télefono al Vice-alcalde de Tampere, Kaarina Suonio, utilizando el primer prototipo de teléfono móvil GSM de la historia y que fue diseñado por Telenokia y Siemens (hoy Nokia Siemens Networks).

¿Y por qué fue tan importante esta llamada? Está claro que no fue por el contenido de la conversación de estos dos políticos finlandeses (aunque sí que hablaron sobre GSM), sino porque esta llamada fue la primera llamada que se realizó mediante un sistema de telefonía digital que provenía de un estándar. GSM fue el primer sistema de telefonía móvil digital de la historia, un estándar que comenzó a definirse en el año 1982 por el Groupe Spécial Mobile (GSM) en el marco de la Conferencia Europea de Administraciones de Correos y Telecomunicaciones (CPT). A este grupo de trabajo se le encomendó la tarea de definir un estándar europeo de telefonía móvil digital que permitiese la interoperabilidad entre distintos países.

En aquella época, la gran mayoría de países se encontraban desplegando sus redes móviles analógicas y, básicamente, cada país había optado por soluciones tecnológicas distintas y que, al no existir estándares, no eran compatibles. Viendo lo que ocurría y, en paralelo a esta descoordinación, se pensó que la siguiente generación (la 2ª) debía responder a un estándar. ¿Y cuáles eran los requisitos de este estándar?

Posibilidad de realizar seguimientos automáticos de los abonados y poder localizarlos tanto en el ámbito nacional como internacional. Número de abonado único Gran capacidad de tráfico y una óptima utilización del espectro radioeléctrico Mejor calidad de servicio Coexistencia con la telefonía analógica y reaprovechamiento de las infraestructuras desplegadas Inclusión de servicios no telefónicos (transmisión de datos) Terminales de uso reducido y posibilidad de cambiar de terminal de una manera cómoda Seguridad y confidencialidad en los accesos a la red y en la transmisión de información Coste asequible para el usuario, al menos en el mismo orden que la telefonía analógica Definición de un número de emergencia único, el 112, al que poder llamar desde cualquier operador y localización

Dentro de estos requisitos, se definieron conceptos como las tarjetas SIM, el roaming o el SMS, que hoy en día son de lo más habitual pero que, en 1991, eran auténticas revoluciones tecnológicas. Gracias a este estándar, los teléfonos móviles dejaron de ser tan fácilmente interceptables y, por tanto, los usuarios ganaron mayor confidencialidad en sus conversaciones al no usarse modulaciones analógicas y digitalizarse la voz (aunque con el paso del tiempo, el sistema ha dejado de ser tan seguro como lo era antaño).

GSM popularizó el uso de la telefonía móvil en todo el mundo y, muy rápidamente, fue calando en todo tipo de usuarios, abandonando esa estela empresarial a la que estaba tan vinculada. Pero aunque GSM cumplió muy bien sus objetivos, los usuarios demandaban servicios más avanzados y los 9.6 Kbps que ofrecía este estándar para la transmisión de datos se quedaron cortos, lo que dio pie al inicio de la definición de UMTS (3G) y la búsqueda de un estándar de transición (GPRS, que también se conoce como la generación 2.5) y que, poco a poco, se ha ido transformando en el LTE que está por llegar.

Si tenemos en cuenta que el estándar se definió para dar servicio en Europa a unos 10 millones de usuarios hasta el año 2000, GSM superó cualquier expectativa. Desde 1991 a 2001, dio servicio a más de 500 millones de usuarios en todo el mundo. Hoy en día, aún existen 838 redes GSM que prestan servicio en 234 países y tienen más de 4.400 millones de abonados, con un crecimiento de 1 millón de abonados al día.

El intensivo uso que damos hoy en día a nuestro smartphone desde cualquier lugar, la posibilidad de cambiar de móvil o la existencia de un número de emergencia al que poder llamar (incluso sin saldo) se lo debemos a GSM y a que, hace 20 años, la prueba que realizó Nokia resultase satisfactoria.

Imagen: Nokia Siemens Networks

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