Imaginate que estas en un parque, disparando con tu lente 50mm favorito frente a una modelo. Todo va de maravillas, la exposición es perfecta, el enfoque automático rinde sus frutos de manera excelente y todo indica que vas a pasar una buena noche procesando esas imágenes maravillosas. Llegas a tu casa, cargas las fotografías en tu programa de post-procesado preferido y tras revisar una por una las imágenes, te das cuenta que el foco no esta en los ojos de la modelo, como la regla lo indica, sino en sus orejas o en su nariz. Revisas una por una, y aún así, mientras recuerdas haber utilizado un punto de enfoque en sus ojos y la confirmación de enfoque fue correcta, no hay una sola imagen que no tenga un ligero desenfoque. Desgraciadamente, y al menos por ahora, has sufrido de un problema de back o frontfocus, dependiendo el caso.
Las cámaras son dispositivos calibrados finamente pero muchas veces esta calibración se pierde o se excede de los limites tolerables. El sistema de autofoco es algo bastante complejo y a veces, cuando empieza a fallar, produce el famoso backfocus que sencillamente es cuando enfoca mucho mas adelante de donde debería haber enfocado. Por ejemplo, si enfocas automáticamente a un objeto plano y la fotografía resultante no tiene ese objeto plano en foco, sino algo mas allá (unos pocos centímetros atrás), tu lente o tu cámara esta sufriendo de backfocus. Frontfocus es exactamente al revés: sucede cuando el foco esta mucho antes de lo que debería estar.
Tanto el cuerpo de la cámara como la lente puede sufrir estos problemas. Y ambos pueden ser combinados. Por ejemplo, una lente puede tener un backfocus de -2 unidades, que depende el fabricante puede ser aceptable, y al utilizarla con una cámara calibrada correctamente no habrá problemas al disparar (más que un mínimo e imperceptible fuera de foco). Pero si esta lente se la utiliza con una cámara con -2 unidades, tendremos una desviación final de -4, lo cual es un backfocus bastante considerable. Incluso, si tienes mucha suerte, estas desviaciones se pueden cancelar entre si, ya sea, por ejemplo, una lente -2 y un cuerpo +2.
La forma mas sencilla de comprobar si sufres de back o frontfocus es disparar. Y mucho. Si luego de tanto tiempo de probar tu cámara y tus lentes estas conforme con la forma que autoenfocan, probablemente no tengas ningún problema. Puede que tengan algo de desviación, pero es tan imperceptible que nunca te darás cuenta. Si en realidad detectas que ciertas fotos, especialmente aquellas con objetos muy cercanos entre si y donde querías focalizar la atención en uno solo, se producen ciertos errores de enfoque puedes realizar una prueba que te dará exactamente las diferencias de enfoque que tiene la combinación de cámara más lente.
El proceso es bastante sencillo e indoloro. En el sitio convenientemente llamado Focus Test Chart puedes descargar una excelente plantilla para imprimir y probar tu cámara. Esta se compone de dos reglas a los costados, que son las que medirán el rango de desviación de tu cámara. En el medio de la plantilla encontraras una gruesa linea negra, donde deberás hacer que la cámara intente enfocar. Lo importante es que debes colocar tu cámara a 45º con respecto a la hoja. Será necesario utilizar un trípode o alguna base firme para lograr esta posición. Dentro de la guía encontraras fotos ilustrativas y el paso a paso a seguir.
Luego viene la parte final, donde sencillamente haces autofoco a esta linea negra y tomas una foto. La foto resultante, en caso de que no tengas problemas de back o frontfocus, debería mostrar la linea negra y su texto al costado ("This text should be perfectly in focus") perfectamente enfocado. En caso de que este ligeramente desenfocado y los números de la regla superior tenga un foco mejor, significa que sufres de backfocus. En el caso inverso, mas foco en los números inferiores, significa frontfocus.
Existen tres formas de solucionar este problema, dependiendo del tipo de cámara que tengas:
1. Ignorar el problema
Puedes simplemente vivir con ello y saber que tu cámara se comporta de esa manera. Te será muy molesto cuando trabajes con aperturas muy grandes, pero a aperturas mas pequeñas la profundidad de campo empieza a aumentar y esos ligeros desajustes se vuelven imperceptibles.
2. Enviar tu cámara a reparar
Te costará dinero pero te asegurarás de tener una cámara perfectamente calibrada. Debes asegurarte cual de las dos partes tiene el problema (sea la cámara o la lente) y esto lo puedes averiguar probando diferentes combinaciones de lentes y cámaras con la misma hoja de prueba.
3. Configurar tu cámara para compensar el front o backfocus
Algunas cámaras, especialmente las de gama alta, poseen la opción de compensar automáticamente cada vez que hacen autofoco. Ya sea a través de un menú especial, puedes indicarle que al realizar el enfoque, lo haga "un poco mas atrás" o "un poco mas adelante" que lo normal. Esta opción suele estar en cámaras de grandes costos y usualmente se ofrece en dos versiones. Una versión permite ajustar el back o frontfocus de manera global, es decir, con todas las lentes que utilices. Esto es útil cuando el problema es de la cámara, pero si tu lente también tiene problemas (o una lente tiene problemas y la otra no) el ajuste se realizará en todas, introduciendo problemas en aquellas que no lo tienen. La otra versión, más avanzada, permite asignar correcciones a las lentes de manera individual, asegurando el correcto funcionamiento sea cual sea la combinación.
Fotos: Renaud, Daniel Norwood