Si no puedes con ellos, demándalos. Al parece, éste es el camino que está tomando Apple respecto a sus contrincantes. Ahora, los de Cupertino cargaron contra HTC por la infracción de una misteriosa patente. Ante esta situación, la consejera general de HTC, Grace Lei, se ha declarado decepcionada de los constantes ataques de Apple contra la competencia. El caso toma especial relevancia si consideramos que el castigo ejemplar que se propone. Básicamente, la empresa de Jobs quiere imponer un bloqueo a las ventas de HTC en Estados Unidos.
En general, Steve Jobs tiene su propia cruzada contra los fabricantes de móviles para Android. Según el CEO, estos productos han violado la patente de diseño del iPhone en reiteradas ocasiones. HTC no es la excepción en esta campaña. En marzo de 2010, Apple demandó a la empresa taiwanesa por un plagio de cerca de 20 características en el HTC Sense. Como de costumbre, ambas compañías arreglaron el asunto con un cheque gordo y sin llegar a la corte.
Las aguas siguen agitadas entre muchas empresas después del conflicto entre Apple y Samsung. Hace un par de meses, en abril, Apple interpuso una demanda contra los fabricantes del Samsung Galaxy S por los asombrosos parecidos entre este modelo y el iPhone 3GS. En respuesta, el Tribunal Federal de California resolvió que la multinacional coreana estaba obligada a mostrarle sus prototipos a Apple. Aunque Samsung protestó con una solicitud similar --en específico, para mirar los prototipos del iPhone 5 y el iPad 3--, los jueces desestimaron esta petición.
A últimas fechas, Apple ha recrudecido sus demandas. La misma Samsung tuvo otro choque con los abogados de la manzana en Corea del Sur, quienes pidieron a los tribunales que se detuviera la comercialización de la línea de productos con pantalla táctil de Samsung (incluidas las tablets) en el mercado local. Ahora buscan el mismo castigo para HTC en Estados Unidos; un castigo que, de concretarse, enviaría directo a la lona a los taiwaneses.
¿Es correcto que Apple se ensañe tanto con estas demandas? Es innegable que la innovación la puso la empresa de Jobs y que ellos han marcado el estándar a seguir; pero que todos los productos inspirados en sus avances sean considerados plagio me parece exagerado. Lo peor es que parece que han encontrado una táctica de intimidación interesante, ya que ante el riesgo de una pérdida de mercado considerable, casi todas las empresas terminan por arreglarse con sumas exhorbitantes.
Esta discusión forma parte del intrincado tema de las patentes, la propiedad intelectual y los secretos empresariales. No obstante, es difícil no relacionarlo con la pérdida de terreno del iPhone frente a otras terminales Android --una tendencia que, parece, se trasladará pronto a las tablets--. Parece que la competencia ya no sólo se librará en el mercado de consumo, sino en los bufetes jurídicos y las cortes federales. Habrá que mirar cómo responde HTC, pues la respuesta a su caso (como en el ejemplo de Samsung) puede sentar un precedente peligroso para la competitividad tecnológica.