Este titular hace 10 años con el kernel Linux 2.x hubiese sonado como a una buena broma. Hace 20, imposible. Hoy, con el kernel versión 3.x no sólo es factible, según ciertas métricas es un hecho. Y no sólo eso, Microsoft se ha convertido en el quinto mayor contribuyente de cambios en Linux, sólo detrás de los de siempre: Red Hat, Intel, Novell e IBM.

Esa información proviene de un estudio realizado por LWN recién distribuido entre sus suscriptores; luego replicado por ellos mismos. Pero, ¿cuál es la razón? Veamos, entre las áreas de desarrollo del kernel Linux hay una llamada staging. Es decir, de "puesta en escena" o de preparación, porque allí es colocado el código que no cumple del todo con los estándares de desarrollo de Linux --dato para la trivia: alguna vez ése fue el hogar de Android--. Para efectos prácticos se trata de código de mala calidad, propenso a errores.

Ahora bien, sucede que hace unos meses el buen Greg Kroah-Hartman, encargado de administrar esa y otras áreas del kernel, advirtió a Microsoft que eliminaría su aportación con respecto al driver de Hyper-V, un sistema de virtualización por ser de pésima calidad. Al parecer, Microsoft le hizo caso.

Lo que ha sucedido en los últimos meses y que vemos reflejado en la versión 3 del kernel Linux es una acelerada aportación de Microsoft para resolver esos problemas. De hecho, como señaló Kroah-Hartman hace un par de meses hubo más de 150.000 líneas de código eliminadas, con casi 70.000 correcciones, de la cuales la mayoría proviene de Redmond y su desarrollador K. Y. Srinivasan, el empleado en cuestión:

[...] de los driver del Hyper-V de Microsoft, donde los desarrolladores han despertado para interesarse en realizar los cambios necesarios para que ese código salga del área stage.

Srinivasan realizó 343 cambios en Linux 3, lo que lo puso al frente de la lista elaborada por LWN. Gracias a su trabajo Microsoft subió su posición en la lista por empresas. Pero como señala djwm de H Online, esas métricas son engañosas. Los cambios hechos por Srinivasan son menores --una línea a la vez-- y cuentan igual que los cambios hechos bloques más grandes de código, así que si la metodología de LWN cambiase a medir líneas de código en vez de cambios (o summits), el resultado hubiese sido muy diferente.

Por otra parte, cualquiera que sea la métrica, ¿las aportaciones de Microsoft implican que está interesado en Linux y el software libre? Las empresas son empresas: quieren dinero. Punto. Como apunta David A. Wheeler,

Pienso que es claro que Microsoft espera que esos cambios a Linux le ayudarán a vender más licencias de Windows. Esos cambios permitirán a Linux ejecutarse mucho mejor --e.g., con mayor eficiencia-- encima del hipervisor (Hyper-V) de Windows.

Los tiempos cambian, hubiese dicho Bob Dylan. Para la ocasión que nos ocupa, no.

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