Durante la presentación de iCloud el lunes, Steve Jobs habló maravillas de su nuevo servicio. Ya hacia el final de la presentación --prácticamente en el último aliento de la conferencia-- mostró una imagen de un centro de datos en Carolina del Norte. Esta nueva instalación será la encargada de proveer la energía necesaria para los servidores que tienen la titánica tarea de mantener la nube de Apple.

"Haremos este centro de datos lo más verde que podamos", afirmó Jobs al culminar con su keynote. Sin embargo, no entró en más detalles al respecto--y la verdad, es que con el hype, es muy probable que muchos pasaran por alto este anuncio--. ¿Qué tan ecológico será este datacenter? La pregunta es obligada ante el ambicioso objetivo de Apple de prácticamente desbancar al almacenamiento físico. Y es que para guardar los datos de millones y millones de usuarios se necesitarán bastantes megavatios de poder.

La principal duda es si éstos provendrán de una fuente limpia o si el flamante servicio tendrá un impacto ambiental elevado. Recordemos el caso del centro de datos de Facebook en Oregon, el cual es alimentado por una planta de carbón cercana. Al conocerse esta situación, varias organizaciones --con Greenpeace como la más prominente-- encabezaron diversas protestas. El movimiento culminó con la creación del Open Compute Project, un esfuerzo de hardware abierto y ecológico por parte de la empresa de Mark Zuckerber. Así mismo, Facebook terminó por poner una serie de paneles solares en este datacenter para minimizar su dependencia al carbón.

Tampoco se conoce ningún dato sobre la efectividad de uso de energía (PUE) o de uso de agua (WUE) de esta nueva instalación. Apple tiene la oportunidad de impulsar la carrera por la reducción de la huella ecológica, pues si logra innovar en Carolina del Norte, habrá puesto el listón aún más arriba. Los gigantes tecnológicos se mantienen bastante cerca en cuestiones de estándares ecológicos, por lo que la llegada de un nuevo competidor podría darle nuevos bríos a esta lucha. Empero, si Apple no se decide a entrar en esta dinámica, podría serle muy dañino en imagen ante otras empresas.

Por último, queda la duda si Apple estaría dispuesto a compartir sus innovaciones en centros de datos con los demás. Nuevamente, es Facebook quien estableció las reglas con el Open Compute Project. A través de esta iniciativa, se ha podido intercambiar conocimiento para mejorar la eficiencia en el gasto energético e implementar los avances en otros centros. ¿Entrará Apple a esta dinámica, o como es su costumbre, guardará su tecnología en el más alto ostracismo? Lo que en el mercado es una ventaja competitiva, en cuestiones ecológicas sería tildado de egoísmo y poca disposición a ayudar.

Esperamos que en días subsecuentes, Apple se digne a revelar más datos sobre la instalación en Carolina del Norte. No dudo que pronto tendremos más información al respecto, pero tengo mis reservas sobre si este centro de datos estará a la altura de los otros en cuestiones de cuidado ambiental. Sí, porque quizá Apple ha sacudido al mundo con iCloud, pero de poco sirve tanto adelanto tecnológico si su nube va tiznada de cenizas.

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