Vía Boing Boing la prueba de que el copyright y las patentes no garantizan la innovación y su ausencia, no tiene ningún efecto en la producción, distribución y circulación de conocimiento científico y cultural.

Su nombre es WorldWideWeb, el primer navegador que existió en el mundo para explorar la red.

WorldWideWeb cambió su nombre más tarde a NEXUS para evitar la confusión con la red, el World Wide Web.

Hace 18 años el Centro Europeo de Investigación Nuclear (CERN) renunció a los derechos de propiedad del código fuente y binario del software WorldWideWeb para que cualquiera pudiera usarlo, modificarlo, duplicarlo y redistribuírlo.

El resultado de esta liberación de conocimiento para el bien de la sociedad entera es incuestionable.

Su creador Tim Berners Lee no sólo creo una forma de navegación vía hipertexto sino que abrió la puerta para el desarrollo de estándares y protocolos de comunicación, como el HTML o HTTP.

Sin duda la cantidad de obras e invenciones en el dominio público tal vez no sean más que las que se encuentan privatizadas por derechos de autor y patentes, pero sí, mucho más relevantes y sobre todo de mayor beneficio para la sociedad.

Imágenes vía CERN

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