¿Podremos habitar algún otro planeta? ¿podemos en serio habitar más allá de nuestro sistema solar? La mente de muchos ha fantaseado con esta posibilidad, llegando a crear algunas de las más bellas y mejores historias de todos los tiempos. Normalmente todas las historias que hablan de la colonización espacial entran en el género de Ciencia Ficción, pero esto podría cambiar con los últimos descubrimientos.

Por años, los astrofísicos se han dado a la tarea de encontrar el primer planeta habitable por vida terrestre; en su búsqueda se han concentrado en buscar planetas rocosos que estén en la franja habitable, la distancia precisa entre un planeta y su estrella para que no sean ni muy caliente ni muy frío y puedan florecer la vida en él.

En los últimos años, una estrella llamada Gliese 581 ha recibido bastante atención entre los que buscan planetas con estas características. Esto debido a que en 2007 se detectaron dos planetas orbitando esta estrella, uno no muy lejos de la parte interna de esta zona y el otra cerca de la parte externa.

Mientras que el que estaba cerca de la zona externa de la zona habitable --llamado Gliese 581d-- se consideró demasiado frío para albergar vida, mientras que su compañero más cercano a su estrella --llamado Gliese 581g-- se consideraba idóneo para mantener vida terrestre en él. Aunque al poco tiempo se descartó la idea alegando que, de tener océanos líquidos, estos se evaporarían demasiado rápido creando una especie de efecto invernadero, similar a lo que sucede con Venus y que hace que este planeta sea mucho más caliente de lo que se supondría por su distancia del Sol.

Fue así como las miradas se volvieron a centrar en Gliese 581b, "el hermano frío" de este par, el cual se ha confirmado como un exoplaneta posiblemente habitable, todo esto gracias a Robin Wordsworth, François Forget y sus compañeros del Laboratoire de Météorologie Dynamique del Instituto Pierre Simon Laplace, en París.

A primera vista se podría decir que es un candidato bastante pobre para sostener vida, Es un planeta rocoso que tiene una masa casi siete veces mayor que la de la Tierra, sólo recibe un tercio de la energía estelar que recibe la Tierra, además de que podría tener una órbita que haga que el planeta siempre de la misma cara a su sol. Esto último sería un argumento suficiente para descartarlo, debido a que se pensaba que cualquier atmósfera lo suficientemente gruesa como para mantener vida debería hacer que en el lado oscuro todo se mantuviera congelado, influyendo en el clima y arruinando las esperanzas de que sea habitable. Pero pronto se comprobaría que no.

Para seguir con sus estudios, los científicos se encargaron de hacer una simulación del clima de este exoplaneta y suponiendo que este tuviera una atmósfera densa de dióxido de carbono --algo común en los planetas de este tamaño--, el clima en Gliese 581d podría perfectamente mantener océanos, nubes y lluvia. Esto en parte debido a que Gliese 581 es una estrella roja cuya luz puede penetrar más en la atmósfera, calentando mejor el planeta; si se tratara de otro tipo de estrella, gran parte de la radiación sería reflejada al espacio.

Además de eso las simulaciones demostraron que el calor que se produce durante el perpetuo día podría ser distribuida eficientemente al lado oscuro del planeta gracias a los propiedades físicas de la atmósfera, con lo que se evitaría un colapso atmosférico.

Aún así, si Gliese 581d resulta no ser habitable , nos puede arrojar nuevas luces sobre lo que estamos buscando. Además de que se ampliaría la búsqueda y nos diría que podemos buscar condiciones propicias para la vida incluso en planetas que no son muy parecidos a la Tierra.

Y quién sabe. Quizás la colonización del espacio --y con ello las fantasías de Asimov, Clarke y muchos más-- está más cerca de lo que esperamos. Yo quiero pensar que así es, incluso si no me toca verlo.

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