De una patente a otra. Apple ha registrado una pantalla con varias secciones, unas operando como cualquier otro panel LCD para contenidos dinámicos, mientras otras se encargan de los estáticos, desplegándolos con tinta electrónica. El monitor de marras detectaría automáticamente qué tipo de elemento se dispone en pantalla, cambiando de una modalidad a otra según corresponda.

La patente se apoda "Sistemas y métodos para cambiar entre visualización de papel electrónico y visualización de vídeo". Ya conocemos las ventajas de la primera tipología: la tinta electrónica no requiere de retroiluminación, facilitando la lectura de contenidos bajo luz solar directa.

Este documento implica pues que, pese a las bondades de lectura en iPad que Apple no se cansa de espolear, su tecnología está aún a años luz en comodidad. No se descarta por tanto que los de Cupertino acaben adoptando la tinta electrónica de forma complementaria en sus dispositivos portátiles.

El panel en cuestión permitiría disponer contenidos en ambas modalidades al mismo tiempo, retroiluminándose cada una de sus distintas regiones según las condiciones lumínicas.

La idea no es descabellada. Imaginad una capa de tinta electrónica sobre la pantalla LCD del iPad: su carácter translúcido acaba con cualquier inconveniente de visualización que pudiese surgir. Todo ello rematado, cómo no, por el panel táctil de turno.