Me ha pasado algunas veces de construir capsulas de tiempo "involuntarias". Luego de cada sesión o paseo fotográfico, suelo seleccionar las mejores y descarto el resto. Alguna que otra vez antes de seleccionar las imágenes, las guarde en algún otro medio como un disco compacto que luego fue olvidado en algún cajón. Por esas cuestiones de la vida, al encontrarme con esos discos nuevamente y revisarlos, empece a rememorar fotos que ni siquiera recordaba que había tomado. Es cierto que la mayoría probablemente hayan sido fotos mal expuestas o desenfocadas, pero he llegado a encontrar alguna que otra joya perdida, que en su momento juzgue mal.

¿Que tal si pudiésemos volver este proceso como algo voluntario? El tiempo resignifica las cosas y la percepción que puedas tener acerca de las imágenes que tomaste hoy no sera la misma que en, digamos, 10 años. Una capsula de tiempo que contenga imágenes de un día, una semana o un periodo de tu vida, en un futuro sera un documento invaluable (para ti, claro esta).

La inmediatez digital en cierta manera arruina el hecho de una capsula de tiempo. Si utilizáramos una cámara analógica y luego guardásemos el rollo durante algunos años, el proceso resulta simple. Pero el pequeño detalle de que con cámaras digitales la foto final se encuentra frente a nosotros escasos segundos de apretar el disparador arruina toda la cuestión. Les propongo aquí una serie de pasos para que la digitalización y sus ventajas no se conviertan en desventajas para este proyecto.

Elige una fecha importante

Cuidado, no te dejes engañar por la palabra importante. Elige una fecha que signifique algo para ti. Algún cumpleaños, algún evento o simplemente un día acompañado de tu pareja o amigos. Lo importante es que tengas alguna motivación y objetos y sujetos a fotografiar.

Establece un numero determinado de imágenes

Elegir un numero determinado de imágenes te dará una meta y por lo tanto, no dispararas a cualquier cosa que se te cruce frente a la cámara. Un buen numero son 100 imágenes, donde podrás contar y detallar lo que sucedió en ese momento y no son tantas como para aburrirte al momento de verlas. 36 imágenes es un buen numero si eres un "purista analógico".

Dispara, pero antes piensa la imagen

Esto se relaciona con el punto anterior: intenta sorprenderte a ti mismo en un futuro, elige buenos motivos a fotografiar. Imagina que en vez de tener una cámara digital estas utilizando una analógica. Decide y analiza la imagen antes de disparar. Y una vez que ya la hayas tomado, evita la tentación de ver que tal salio. El hecho de ni siquiera saber que fotografías realizaste, tal como en el paradigma analógico, sera una emoción mas al momento de ver esas imágenes en el futuro. Si ver la pantalla tras disparar ya te es un acto reflejo, desactivala. En la mayoría de las cámaras Canon, con apretar el botón DISP alcanza.

Elige un medio adecuado para guardar las imágenes

Lo mas adecuado es utilizar un DVD. Si no haz decidido que extensión de tiempo dejaras reposar las imágenes, un CD puede ser inapropiado, ya que no se sabe cuando las computadoras actuales dejaran de soportarlos. El DVD esta cercano a su muerte, pero aun sigue pisando fuerte y parece que van a estar junto a nosotros por un buen tiempo. De nuevo, al grabar estas imágenes, resiste la tentación de mirarlas. Guarda el disco en algún cajón, en el altillo de tu casa o entre las valijas de mudanzas.

Continua con tu vida

Tal vez el punto mas difícil: olvídate completamente del asunto. Múdate de ciudad. Conoce nuevas personas. Entablece nuevas relaciones. Encuentra a tu alma gemela y disfruta de la vida.

Redescubre!

Si todo salio bien hasta aquí, tal vez en algunos años, en una mudanza o revisando tu ropa vieja encuentres aquel disco del proyecto que viste publicado en un famoso blog de fotografía, allá por el lejano 2011...

Foto: Toni Verdú Carbó

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