Bill Nguyen es un emprendedor que hace más de un año vendió Lala, un servicio de música por streaming, a Apple. A partir de hoy estará disponible para todos los smartphones que lleven iOS o Android su nuevo proyecto, Color, que por la pinta que tiene podría o bien ser un éxito abrumador o un completo desastre. Color es una red social de fotografía, nada que no hayamos visto ya con Instagram o con PicPlz pero que introduce conceptos muy innovadores.

En primer lugar y lo que más llama la atención es que no tiene configuración de privacidad, ninguna en absoluto, toda la actividad que realiza el usuario pasa a estar automáticamente disponible para todo el mundo, para todo el mundo que se encuentre en un radio de cercanía determinado. Funciona del siguiente modo, imagina que estas en un concierto, en un evento familiar o con tus amigos, todas las fotos que tomes con Color pasarán a estar disponibles para todo aquel que use la misma aplicación en un radio de 50 metros, se suben automáticamente a la nube y las fotos que unos hagan estarán disponibles para el resto. No sólo eso, sino que ese 'contacto' perdurará para siempre y podremos examinar el perfil de las personas con las que hayamos compartido o a las que hayamos compartido fotos (nótese la sutil diferencia) se perpetua para siempre, es decir, que si por ejemplo usamos la aplicación con alguien en la calle en un concierto podremos ver las fotos que tome un año después por ejemplo, en la boda de su mejor amigo.

Dicho así, la falta de privacidad y el curioso concepto de red social que expone Color parece ser más contraproducente que otra cosa ¿Quién no querría privacidad en lo que hace? Sin embargo conviene recordar que esa aparente carencia es justamente la que parecían tener otros servicios que hoy nos parecen completamente normales, como Twitter o Foursquare, sin privacidad, sin supuesto control. Siempre que sepamos y tengamos control sobre lo que compartimos, cómo lo compartimos y dónde lo compartimos (a través de cada aplicación) lo que nos acaba quedando es el propio valor que le aporte el usuario.

Como decía al principio Color puede acabar siendo un éxito o pasar rápidamente al olvido, de momento a mí me ha dejado una impresión bastante agridulce, su principal limitación la veo en el reducido número de metros que son necesarios para compartir con otros, teniendo en cuenta que obviamente casi nadie de momento le da uso le veo bastante difícil utilizarla a diario, para mí una de las claves para que triunfe una red social. Bill Nguyen, su creador la ha definido como una aplicación de la nueva era 'post-PC', ese término que parece estar tan de moda desde que Steve Jobs la usase en su última keynote. Recomiendo a todo el mundo leer el fabuloso artículo que mi compañero Alan escribió hace unos meses sobre la computación ubicua en la época post-PC ¿Será este el futuro de las redes sociales?

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