La Copa del Mundo de Catar, a celebrarse en 2022, promete ser la más avanzada de todos los tiempos. Cuando el comité organizador de la FIFA le concedió al país árabe --apenas del tamaño de Jamaica-- la sede para la justa mundialista, mucha gente reclamó porque se trata de una nación con una casi inexistente historia futbolística (¡ni siquiera han jugado un Mundial!). Por supuesto, amén del argumento de darle a cada zona la oportunidad de alojar tal evento, están los petrodólares.
Catar tiene muchísimo dinero para gastar y no piensan escatimar en ningún gasto. El país anunció que invertirá unos cuantos millones de dólares en la creación de una flotilla de nubes artificiales. El Mundial se juega en verano, por lo que las temperaturas en dicha nación serán bastante altas. Para refrescar los estadios, Catar dispondrá de estas aeronaves, las cuales se colocarán por encima de los inmuebles para proyectar una refrescante sombra.
La construcción de estas "nubes" estará a cargo de Saud Abdul Ghani, jefe del Departamento de Ingeniería Mecánica e Industrial de la Universidad de Catar. Además, estas naves serán operadas a distancia, manufacturadas con derivados del carbono ligeros y estarán impulsadas por paneles solares. ¿En cuánto saldrá cada una? Baratas: el costo inicial proyectado ronda el medio millón de dólares cada una. Si consideramos que Catar planea construir nueve estadios para su Mundial, ¿qué más da sacar 4.5 millones de dólares más de la chequera?
Aún no sé si Catar haya sido la elección ideal para una Copa del Mundo. Una de las grandes críticas, a la sazón, es que la inversión será tan grande que el precio para asistir se disparará, convirtiéndolo en un evento al que sólo los más ricos podrán ir. Aunque falta mucho para saber si veremos calidad sobre el césped, estoy seguro que Catar nos sorprenderá con un sinnúmero de avances tecnológicos** casi salidos de la ciencia ficción.