Si a alguien le pregunta a Google la respuesta a la vida, el universo y todo lo demás, Google, que todo lo sabe, os responderá obedientemente que 42, gracias al magistral Douglas Adams el 42 siempre ha sido un número de referencia en la cultura geek. Y ese ha sido el número escogido por Tristan Nizot, presidente de Mozilla en Europa, para crear .42, el primer dominio de internet de primer nivel (TLD, que aunque es no oficial por el momento (esto es, no se ajusta a la ICANN surge con la premisa de crear un internet abierto y albergar dominos orientados al software libre.

Cualquiera que desee un dominio de este tipo (www.ejemplo.42) puede solicitarlo en 42registry.org, aunque debe cumplir previamente una serie de requisitos, básicamente se exige que este tipo de páginas alberguen proyectos que no sean comerciales y que no incluyan publicidad en el sitio. Sus responsables afirman ser muy conscientes del desafío que esto representa y lo que es más importante, las dificultades que plantea. ¿Por qué es tan importante el nacimiento de un dominio así? Bueno, conviene recordar que de momento está prohibido el uso de dominios de nivel superior que contengan números, para paliar esto el sistema utiliza los fundamentos de las redes Global Anycast y evitar cualquier tipo de restricción que decida imponer la ICANN.

También podría traer algún tipo de problemas con ciertos navegadores que se hagan un lío y confundan la URL con una dirección IP. El sistema Global Anycast permite compartir el mismo bloque de direcciones IP a través de múltiples plataformas y diferentes no interconectadas directamente, esto evita que el usuario común tenga que tocar complicadas configuraciones en local, en su propio ordenador, para acceder a este tipo de dominios.

Personalmente voy a seguir con atención el desarrollo y la evolución de este tipo de dominio, aunque es cierto que como bien están criticando algunos el proceso de admisión hace que todo esté bañado en un cierto aire elitista lo cierto y verdad es que supone un desafío en toda la regla a la ICANN (veremos en qué acaba todo esto), que en el fondo no es más que un organismo cerrado (y muy controvertido para según qué casos).

Recibe cada mañana nuestra newsletter. Una guía para entender lo que importa en relación con la tecnología, la ciencia y la cultura digital.

Procesando...
¡Listo! Ya estás suscrito

También en Hipertextual: