El pasado 21 de diciembre y coincidiendo con el solsticio de invierno tuvo lugar, y pudimos ser espectadores del acontecimiento, uno de esos conmovedores espectáculos del universo que periódicamente vienen a recordarnos que basta con alzar la vista un poco para dejarnos llevar por la magia: un eclipse lunar.
Los eclipses, tanto lunares como solares, han desafiado a lo largo de la Historia a todas y cada una de las civilizaciones que han poblado nuestro planeta. Puedo imaginar, por ejemplo, a los primeros hombres correr asustados y plenamente convencidos de que los dioses les robaban la luz para advertirles o a los constructores de las pirámides observando, angustiados durante los eclipses, la dura y sempiterna lucha entre el bien y el mal, la luz y la oscuridad, la vida y la muerte...esa grandiosa dualidad que regía la vida a orillas del Nilo.
Hoy que comenzamos a colocar las piezas del puzzle del Universo y que, aunque poco, sabemos suficiente como para comprender los eclipses podemos pararnos a disfrutar del espectáculo y fotografiarlo para que perdure y pueda llegar a aquellos lugares en los que no pudo verse. Así es como hoy podemos verlo, convertido en Time Lapse, una especie de vídeo en cuyas entrañas encontramos una sucesión de fotografías del momento, realizado en Florida por el fotógrafo científico William Castleman que se sirvió, además del telescopio y demás utensilios específicos para la observación astronómica, de una Canon EOS 40D con la que realizó disparos cada 20 segundos en modo prioridad a la apertura. El resultado habla por sí solo, disfrutadlo.
Vía Petapixel | Foto: Celia Hippie