Pantallas flexibles tan delgadas como una hoja de papel. Serán el estándar de la próxima generación de E-readers si damos por buenas las previsiones del Industrial Technology Research Institute de Taiwan (ITRI) que ha desarrollado un interesante proyecto junto a AU Optronics, su licenciatario y también uno de los más grandes fabricantes de pantallas LCD del mundo.
ITRI ha gestado el proceso y AU se encargará de ponerlo en práctica adaptando una vieja fábrica a su producción masiva que, para John Chen, director general del Display Technology Center en el instituto de marras, no requerirá de una inversión multimillonaria, ya que parte de tecnología actual, sin sobrecostes de investigación que encarezcan el producto final.
De repente, la idea de desenrrollar la pantalla de nuestro teléfono móvil o de que ésta se incluya cual complemento ponible, deja de ser tan descabellada. Es más, podría acompañarnos en unos meses a precios, nos dicen, de lo más atractivo. ¿Alguna vez os habéis imaginado en una cafetería, sacando un pequeño cilindro de vuestro bolsillo y desplegando una cuartilla electrónica desde la que leer el periódico? Hete aquí.
La aplicación prioritaria del proyecto es educativa, buscándose la fabricación de libros electrónicos flexibles para las escuelas, mucho más resistentes a los golpes. Se piensa incluso en mejorar la tecnología mediante el componente táctil, algo ya licenciado por parte del ITRI a otra compañía especializada en esta clase de paneles. Hay más planes a largo plazo: la siguiente fase perseguirá que no sólo podamos tocar la información, sino también disfrutarla en vibrantes colores similares a los de la tecnología AMOLED.
Hasta que llegue ese momento aún debe perfeccionarse la manufactura de estas pantallas, que resulta tremendamente complicada, explica Chen, al exigir que los paneles (dada su finura y a fin de evitar que se arruguen durante la fabricación) se encapsulen en piezas de cristal. El resultado inicial fue que aquellas 30 micras terminaban adhiriéndose a su protección, siendo imposible extraerlas. ¿La solución? Incorporar un material no demasiado pegajoso entre la pantalla y el cristal, idea que le surgió al experto en mitad de una sesión culinaria.
Curiosidades aparte, el FlexUPD (Flexible Universal Panel for Displays) formará parte de dispositivos de hasta 10 pulgadas (por el momento) y ya ha sido licenciado a una compañía surcoreana sin especificar. ¿Samsung Electronics? ¿LG Display? Habrá que esperar, pero alguna de las dos podría darnos la sorpresa en los próximos meses.
Vía: MacWorld