Hoy día 17 de noviembre de 2010 los representantes políticos de España, como muchos esperábamos, nos acaban de soltar otro bonito guantazo a todos los ciudadanos al rechazar de pleno en el Senado una moción del Partido Popular (que recomiendo leer en su totalidad para que todos veáis que tiene poco de partidista y está bastante equilibrada) en la que básicamente se pedía al Gobierno de España la protección por ley de la tan vital neutralidad de la red.

El debate, que terminó hace pocas horas, fue muy seguido por Twitter y muchos manifestamos antes y durante el mismo que estábamos completamente a favor de la mentada moción, opiniones que los senadores del Grupo Mixto, CiU, PNV y PSOE presentes en la cámara no solamente han ignorado sino que además (y aquí llega lo mejor) los han utilizado --junto a otros estúpidos razonamientos-- para tumbar la moción. Concretamente han dicho en una declaración conjunta que “factores externos que degradan la imagen y el trabajo de esta Camara nos han impulsado a ello”.

Después de todo esto, supongo que con la idea de limpiarse un poco la cara ya que son muchas las personas que tras ver el bochornoso debate en directo (había streaming del mismo) han manifestado su indignación, las formaciones que votaron en contra se han comprometido a presentar en el siguiente Pleno del Senado una nueva moción conjunta para debatir el asunto de la neutralidad de la red (la cual seguramente irá en la línea de la enmienda de sustitución que el PSOE lanzó contra la moción que nos ocupa).

Así están las cosas en España, país que cada día se asemeja más a una república bananera que a una democracia participativa, y no lo digo solamente por lo que hemos vivido hoy. Este solamente ha sido otro capítulo más en la bochornosa trayectoria que llevamos durante la que, entre otras cosas, diputados han acusado a ciudadanos de spamers por el mero hecho de mostrarle estos a los gobernante su rechazo a la Ley Sinde, o hemos visto como el Gobierno de España gobierna más para los grandes lobbies del copyright que para sus ciudadanos.

Lo peor de todo, y lamento cerrar con opiniones pesimistas, es que por un lado veo un futuro muy negro ya que el guión que se está siguiendo a nivel mundial sobre lo que hay que hacer respecto a la neutralidad de la red y el ecosistema de las descargas (existen excepciones claro), es igual o incluso peor que el de España, y por el otro dudo cada vez más que los ciudadanos podamos hacer algo realmente efectivo para evitar esta ilógica tónica general (y que nadie me venga con el trillado tema de “es que no salimos a la calle” porque esas fórmulas tampoco sirven ya y si no mirad para Francia).

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