Además del parafraseo de una canción de Cristina Rosenvinge, aquella rubia imposible que recordamos los cuarentones, esta frase de “Hago Flash y aparezco a tu lado” bien podría aplicarse a la experiencia diaria de quienes, como yo, utilizamos nuestro iPhone o iPad para leer noticias o navegar por la web.

A veces no es más que eso; un par o tres (o más) de huecos negros o grises como los de la foto... Pero ocasionalmente es peor, ya que se trata de un anuncio en Flash de esos que se ejecuta y desaparece a los 10 segundos y que, como no llega a ejecutarse nunca, permanece justo encima de lo que queremos leer -un nefasto cuadrado negro que parece burlarse de nosotros- e incluso hasta se mueve cuando hacemos scrolling para evitarlo, renunciando a parte de nuestra lectura.

Lo de Apple y Flash raya en lo ridículo, sobre todo si tenemos en cuenta que la adaptación realizada por el genial Comex del Flash para Android a iOS casi funciona (funcionará sin duda en cuanto le dediquen más tiempo), lo que viene a significar que, para Apple, sería un trabajo de niños incorporarlo a nuestros aparatitos y que estos pueden soportarlo sin grandes esfuerzos.

Según Jobs se trata de una cuestión de principios; una tecnología obsoleta llamada a desaparecer que sobrecarga en demasía los dispositivos móviles y empeora la experiencia del usuario final, ese concepto tan importante para Apple. Sin comentarios.

En un alarde de munificencia, el señor Jobs ha permitido la entrada en la AppStore de un navegador que, a costa de sacrificar el tiempo de transferencia, convierte los flash en HTML5 en sus servidores y los reenvía a nuestras máquinas. La aplicación en cuestión, SkyFire ha ingresado más de un millón de dólares en un fin de semana, lo que implica, a 2,99 euros la unidad, del orden de 300.000 descargas. Esto es cierto hasta el punto de que los servidores de Skyfire quedaron desbordados por las demandas de traducción y tuvieron que cerrar temporalmente el chiringuito a la espera -es de suponer- de emplear el dinero ganado en mejorar la capacidad del servicio.

300.000 descargas, señor Jobs; y otras miles esperando -yo entre otros- a que el sistema se normalice... 300.000 de sus preciosos usuarios que no se han enterado de que Flash está obsoleto y que no sirve para dispositivos móviles; 300.000 sufridores del “hago Flash y aparezco a tu lado”...

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