Pasó en Australia y os informamos de ello no hace mucho. Ahora el turno ha llegado a nosotros. El bug de la alarma de la aplicación de reloj del iPhone ha sacudido Europa, e incontables personas (un servidor entre ellos) se levantaron en la mañana de ayer o en la de hoy (recordemos que en España ayer era fiesta) una hora más tarde para llegar al trabajo. ¿Por qué? Porque un fallo en el despertador del iPhone, cuando el reloj está puesto en ajuste automático (que es como se configura por defecto), habiendo entrado la pasada noche del 30 al 31 de octubre en el horario de invierno, hace que la aplicación confunda las horas y suene realmente una hora después de lo que debería, de forma que una alarma puesta a las 7:30 de la mañana, sonará a las 8:30 realmente.
Esto sólo sucede en las alarmas configuradas con recurrencia, para que suenen varios días de la semana, y se debe principalmente a que en Estados Unidos, hasta el próximo día 7 de noviembre, no entran en horario de invierno, por lo que ellos siguen todavía con la hora antigua. De todas formas, Apple debería sacar una actualización del software del sistema para corregir este error, pero mientras la solución es bien sencilla:
Hemos de configurar nuestros despertador para que suene justo una hora antes de lo que quisiéramos. Suena a chiste que un móvil tan potente como el iPhone peque de estas tonterías, realmente, pero hemos testeado la solución y funciona sin problemas.
En algunos sitios recomiendan que se borre la alarma preconfigurada y la hagamos desde cero, pero el truco realmente está en que si queremos que el despertador suene a las 7 de la mañana, lo configuremos para que suene a las 6. Realmente, este tipo de bugs tan tontos, ensombrecen un gran trabajo en otros lados, aunque parece ser una tónica de Apple. Mientras hacen grandes avances en funcionalidades de iOS muy interesantes, cosas tan básicas como la gestión de contactos o el reloj siguen exactamente igual que en las primeras versiones sin haber recibido ni un sólo cambio. Algo incomprensible.
Así que si esta mañana habéis llegado tarde a la oficina, le podéis echar la culpa al iPhone...