Los avances médicos no cesan de sorprendernos. Un chico de 15 años de Italia es el primer paciente infantil en recibir un transplante de corazón artificial permanente. El paciente padece de distrofia muscular de Duchenne (o distrofia muscular progresiva). Debido a su condición, el niño no era elegible para las listas de donación de órganos.

El chico estaba en muy mal estado, y a pocos días de morir sin tratamiento. Por esta razón, el cirujano Antonio Amodeo tomó una decisión arrojada: realizarle un transplante de corazón artificial con la esperanza de salvarle la vida al niño. Contrario a muchas intervenciones de este tipo, Amodeo no pensó que éste sería un remedio temporal, sino permanente.

Este corazón artificial implantado consta de una bomba hidráulica activada electrónicamente, colocada en el interior del tórax para reducir los riesgos de infección. Recibe su energía a través de un cable que sale por la oreja izquierda, el cual de una batería que el paciente porta en el cinturón. Esta pila se recarga cada noche a la corriente eléctrica, como si se tratara de un teléfono móvil cualquiera.

El corazón artifical mide aproximadamente cuatro centímetros de largo y pesa casi 400 gramos. Después de 10 horas en la sala de operación, la cirugía resultó un éxito total. Con este dispositivo, se calcula que ha ganado entre 20 y 25 años de vida. Ésta es la primera vez que un aparato de esta naturaleza es implantado en un niño, lo que abre muchísimas posibilidades para seres humanos que requieren de trasplantes de corazón, pero que por su enfermendad no son candidatos para los procesos de selección.

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