Dos importantes apuestas portátiles acontecieron al inicio de esta generación de sistemas de entretenimiento. La originalidad de Nintendo DS se topó con el continuismo elevado a la enésima potencia (gráfica) de PSP. La lucha, sin cuartel en un primer momento, prontó terminó decantando la balanza comercial hacia Nintendo, que supo articular con un micrófono y una pantalla táctil lo que nadie había conseguido hasta entonces: abuelas permitiendo que sus nietos les pusiesen "una de esas máquinas" por delante para evaluar su agilidad mental, hermanas que se pasaban horas y horas acariciando a su dálmata virtual o madres que se atrevían a preparar una receta hindú consola en ristre.

Pronto la premisa de tener todo el poderío de una Playstation 2 en el bolsillo dejó de resultar tan atractiva, la acuciante piratería hizo el resto: Playstation Portable ha ido languideciendo por culpa de un paupérrimo catálogo del que pocos títulos han conseguido dejar una impronta perdurable en sus usuarios. Con todo, hace más de año y medio que se especula con un nuevo caballo de batalla.

Playstation Portable 2 puede que sea el último intento de Sony por hacerse, esta vez sí, un hueco significativo en terreno handheld, máxime tras adelantarse a su tiempo con PSPGo, sistema que apuesta enteramente por la distribución digital y que ha supuesto uno de los debacles más sonados en la trayectoria de SCE. No por nada acaba de anunciarse la rebaja general de este modelo en todos los mercados, lo que representa un último esfuerzo por acabar con el stock sobrante de la máquina.

¿Qué sabemos?

La primera vez que oímos hablar de PSP2 como proyecto fue en 2009, por aquel entonces ciertas fuentes aseguraban el inicio de su gestación y fervientes contactos con infinidad de desarrolladoras para que comenzasen a tenerla en mente. Desde entonces el rumor de su presentación ha recorrido todos los grandes eventos, incluídos E3 y TGS.

Tuvo que ser Shaun Himmerick, integrante de Netherrealm Studios, quien ofreciese evidencia fidedigna de que los primeros kits de la máquina ya estaban haciéndose llegar a los equipos de programación. Himmerick confirmó así que la máquina parecía ser muy potente, llegando a desplegar hasta 60 imágenes por segundo. Poco después se confirmaba: el resto de estudios ya tenían unidades en sus oficinas de cara a un lanzamiento lo más cuantioso posible.

Algunas editoras informaban diás más tarde que el lanzamiento de la máquina tendría lugar a finales del próximo año y que la máquina, tal y como muchos daban ya por supuesto a raíz del éxito de DS, contaría con pantalla táctil, aunque sin prescindir de botones e incorporando cámaras delantera y trasera.

No fue sin embargo hasta ayer mismo cuando se comenzó a esclarecer la cuestión de forma significativa: fuentes de confianza confirmaban a los principales medios que Sony mostró PSP2 a una selecta audiencia en sus oficinas de Tokyo. La consola ha sido descrita como un portento gráfico con pantalla de mayor tamaño y nitidez en alta definición. En lugar de pantalla táctil se menciona una considerable trackpad en su parte posterior y unas especificaciones meritorias que estarían sujetas a cambio, contando el prototipo con varios problemas de calentamiento y escasez de batería a la espera de solución.

¿Qué esperamos?

¿De qué manera podría dar a luz Sony una consola portátil competente, capaz de hacer frente a las 3D móviles sin gafas de Nintendo? Lo que sabemos hasta ahora dibuja un producto que sigue apostando por la potencia y muy previsiblemente por experiencias de juego clásicas. Como jugador tradicional es algo deseable, pero desde un punto de vista comercial ya no tanto. Sony tiene que pasar inexcusablemente por lo táctil si quiere evitar que la historia se repita y es por ello que la única cuestión en la que todos los analistas han coincidido siempre es en la inclusión de esta tecnología en PSP2.

Lo ideal, teniendo en cuenta además el gran apoyo third-party con que cuenta la nueva portátil de Nintendo, sería no sólo convencer al mayor número de desarrolladoras externas de que lleven sus grandes sagas a PSP2, sino también recuperar el fallido concepto de los Minis (pequeños juegos de precio simbólico descargables en PSP y PS3) y poner a los exitosos estudios de la App Store a crear versiones y nuevos títulos para una nueva plataforma de contenidos.

Esa es la clave: combinar lo mejor de la oferta propuesta por el iPhone (a través de juegos casuales) con los grandes nombres (juegos cuya potencia gráfica sea tan contundente que ningún usuario hardcore pueda resistirse). En este sentido no sólo se necesitarán entrañas de silicio a la altura, sino que también parecen propicios elementos como una cámara integrada, micrófono, sensores de movimiento básicos (Sixaxis) y, por encima de todo, una mejora sustancial del control en títulos convencionales con la adición de un segundo stick analógico, algo pedido a gritos por los usuarios desde que el mundo es mundo.

Haría bien Sony al fijarse en el comodísimo stick de 3DS y recolocar un par en la estructura de la nueva máquina, garantizando una ergonomía que ha brillado por su ausencia en anteriores modelos.

Un buen sistema antipirateo y PSP2 podría resultar exitosa. Aunque no lo parezca existe un mercado tradicional que sigue idolatrando el juego portátil, pero que se ha visto abandonado durante los últimos años. Ese mercado sigue dando dinero y Sony puede agenciárselo tanto como le proporcione juegos emblemáticos con la suficiente asiduidad, situación que a la inversa explica la muerte en vida de la actual Playstation portátil.

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