El Hobbit se queda en Nueva Zelanda. Hace unos días, se desató la polémica en la isla porque los estudios responsables del rodaje anunciaron que estaban en la búsqueda de nuevas locaciones. Tras la declaración, miles de neozelandeses protestaron en las calles de todo el país para que la filmación se realizara ahí. La razón para cambiar de lugar era un boicot sindical que amenazaba con interrumpir la película. Sin embargo, al final el gobierno decidió modificar la ley laboral para asegurar la permanencia del filme.
Peter Jackson grabó la trilogía de El Señor de los Anillos en suelo neozelandés, causando una derrama económica sin precedentes. No obstante, una protesta del sindicato crispó los nervios del director, causando que el estudio se replanteara la locación. Tanto el gobierno como los habitantes de la isla se alarmaron, pues perder la filmación de El Hobbit habría significado decirle adiós a cerca de mil 500 millones de dólares.
Como parte del arreglo para mantener contento al estudio, el gobierno introducirá una legislación que clarifique la distinción entre los empleadores independientes y los empleados que trabajen en la industria fílmica. El Primer Ministro John Key aseveró que los problemas del sindicato han arrojado luz sobre una cantidad significativa de dudas acerca de cómo opera la industria cinematográfica internacional. "Nos moveremos para asegurar que la ley en Nueva Zelanda le dé a los productores como Warner Brothers la confianza necesaria para producir sus películas", apuntó.
La trilogía de Peter Jackson le dio un impulso considerable a Nueva Zelanda, no sólo con la derrama económica directa, sino también mejorando su imagen internacional -- lo cual se traduce en una afluencia mayor de turismo. Además, hay que admitir que pocos países podrían brindarnos los paisajes que disfrutamos en la saga de El Señor de los Anillos. Así que, una vez resueltos los inconvenientes legales, la filmación comenzará en febrero de 2011. Por cierto, ya se ha confirmado una buena parte del elenco, con Martin Freeman como Bilbo.
¡A la Tierra Media!