El 18 de octubre se había marcado como la fecha en que WikiLeaks liberaría cerca de 400 mil documentos sobre la guerra de Irak. Bien, pues nada pasó. Ahora resulta que Julian Assange jamás estipuló ese día para publicar la información. Por el contrario, el fundador de WikiLeaks se ha lanzado con todo contra Wired, uno de los referentes en la web. A través del Twitter de la organización, Assange acusa a los editores de Threat Lever y Danger Room de inventar toda esta situación:

¿De dónde vienen todos estos reclamos acerca de WikiLeaks haciendo algo sobre Irak hoy (lunes)? ¡De un sólo blog tabloide en la revista Wired! Así es, más de 700 artículos, periódicos alrededor del mundo, y agencias noticiosas engañadas por un sólo blog tabloide. Por supuesto, ustedes no verán este blog citado, generalmente, en los artículos de prensa convencionales, porque eso disminuiría la credibilidad de esos textos de vuelta a donde pertenecen -- reclamos infundados y falsos hechos por una fuente que no es confiable. ¿En qué se está volviendo el periodismo?

Kevin Poulsen, uno de los editores atacados, ha respondido en Threat Level que no tienen nada en contra de WikiLeaks. Poulsen confirma que la información de la publicación de los 400 mil documentos fue provista por uno de los antiguos miembros del staff de la organización que salió tras la ruptura. En otro artículo, recién publicado este viernes, los editores debaten sobre cómo esta filtración puede afectar las arcas de WikiLeaks en estos tiempos de conflictos internos.

En Wired sostienen la información que han dado, aduciendo que no sería sorpresivo que Assange -- quien tiene pleno control de las fechas de publicación -- haya optado por retrasar los documentos hasta que el sitio web vuelva a funcionar. Desde septiembre, la página de WikiLeaks ha estado "bajo mantenimiento", así que es lógico que se haya pospuesto la liberación. Sin embargo, Julian Assange cree que en Wired la trae contra ellos:

El blog de Wired no es sólo una fuente que carece de credibilidad. También es un conocido oponente y propagador de toda clase de desinformación sobre WikiLeaks. Esta situación ha crecido dramáticamente desde que demandamos una investigación sobre cuál fue el rol que jugaron en el arresto de la supuesta fuente periodística, el analista de inteligencia Bradley Manning [...] Condenamos a la revista Wired por esa conducta y [ellos] han sido opositores desde ese momento. Los dos blogs referidos "Threat Level" y "Danger Room", aunque han producido buen periodismo a lo largo de los años, ahora casi siempre sacan textos flojos sobre "sistemas de armas fabulosos" y otros "juguetes tecnológicos de guerra" en beneficio de su nombre. Estos dos blogs, y en particular el editor Kevin Poulsen, han sido los resposables de una cantidad tremenda de información falsa acerca de WikiLeaks.

Por su parte, Poulsen ha sido mucho más diplomático, al decir que se sacude de encima estas declaraciones.

Mantener la cabeza despejada es una de las disciplinas más valiosas en el periodismo en la era de Internet. Es la que te mantiene abierto a nuevas perspectivas, nueva información, en incluso nuevos contactos -- cualquier trabajador del periodismo save que sus críticos más mordaces pueden a veces convertirse en sus fuentes más valiosas. No cuento con tener a Assange como fuente en algún momento cercano, pero mantener nuestra cobertura justa y precisa es crucial si queremos continuar reportando sobre WikiLeaks

Duras palabras de Julian Assange contra Wired, una de las fuentes que ha cubierto WikiLeaks desde 2007, antes de que siquiera figuraran en el mapa. ¿Hay algún prejuicio contra la organización? No lo creo. Desde mi perspectiva, ya son demasiadas coincidencias como para no creer que Assange ya perdió el piso. Primero vino su teoría conspiratoria por los cargos por violación; después vino la famosa ruptura al interior del staff por diferencias con su tono autoritario; y ahora viene un ataque directo a una de las fuentes que -- diga lo que diga -- se ha ganado a pulso la credibilidad de milllones en el mundo.

Es claro que el proyecto es más grande que una sola persona, pero que queda claro que Assange está minando la reputación de un movimiento que vino a cambiar la historia de la libertad de información. Yo sólo me quedo con una duda: ¿por qué no desmintió la fecha de salida de los documentos antes del 18 de octubre? ¿Por qué, si vio que los diarios de mundo lo replicaban a diestra y siniestra, no habló antes? Quizá no están tan equivocados aquellos que pedían en los pasillos de WikiLeaks que Julian se aleje de la mirada pública.