Todos hemos visto cientos de fotografías realizadas con lentes macro de cosas pequeñísimas que nos revelan un mundo de texturas, colores, objetos y detalles que jamás habíamos podido imaginar y seguramente todos hemos deseado poder hacer ese tipo de fotografías. Pues bien, con una pequeña inversión, ese objetivo cortito que todos tenemos por casa y una dosis de paciencia podemos realizar las mismas o mejores fotografías.

En primer lugar tenéis que saber que si usamos un objetivo de focal fija preferiblemente (por comodidad) y le damos la vuelta al ponerlo sobre nuestra cámara, lo que conseguiremos es una lente de aumento. A partir de aquí os puedo dar algunos consejos para que resulte más fácil y más cómodo realizar estas fotografías.

Lo primero que tenemos que hacer es decidir qué objetivo vamos a usar ya que este tiene que tener apertura manual del diafragma necesariamente o de lo contrario enfocar con las profundidades de campo en las que nos vamos a mover puede ser una locura. Además, tenemos que tener en cuenta que unos 50mm equivalen a un factor 1:1 más o menos, y que cuanto más corta sea la distancia focal, mayor aumento conseguiremos. Una vez elegido nuestro ganador, nos fijaremos en el diámetro que tiene (52, 55, 58, 62, 67, 72, etc..) y con ese dato nos iremos a nuestro distribuidor chino de accesorios baratos preferido, o al mismo ebay, para buscar nuestro anillo adaptador para la montura de cámara que usemos (Canon, Nikon, Sony, Pentax, etc.).

Después de unos días de espera, la operación será tan sencilla como acoplar el adaptador a la rosca delantera de nuestro objetivo y por el otro lado a la bayoneta de nuestra cámara, quedando de esta manera perfectamente alineado y sujeto nuestro objetivo en posición inversa.

A la hora de ponerse a disparar y enfocar hay que tener en cuenta que nuestro objetivo va a tener las palas del diafragma abiertas en todo momento dándonos muy poca profundidad de campo, del orden de milímetros y haciendo muy difícil tanto el enfoque como la fotografía. Por ello es recomendable poder manejar manualmente la apertura del diafragma y así poder reducir su diámetro aumentando la profundidad.

Con esto ya podremos salir a fotografiar todo un mundo nuevo de imágenes y texturas desconocidas, eso sí, teniendo en cuenta que la técnica es algo complicada y que se debe tener paciencia para obtener resultados relevantes. El uso de flash y algunos pequeños trucos pueden ayudar mucho a conseguirlo, pero de eso os hablaré otro día.

Foto: Bruno C.

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