Hace unos días les conté que Google debería pagar unos 8 millones de dólares por los problemas iniciales que hubo en torno a Buzz y el escaso control que tenían los usuarios de Gmail para elegir sus contactos en la mini red social. Recordé también en la entrada que Google estaba teniendo aún más problemas por la recolección de datos de redes Wi-Fi mediante los automóviles de Google Street View.

Google dejó de hacerlo inmediatamente, claro. Pero habría que agregar que dejó de hacerlo con Google Street View, ya que lo sigue haciendo mediante los dispositivos Android con geolocalización, es exactamente lo que ha estado haciendo Apple los últimos meses. Y si piensan que estas son las únicas compañías que lo están haciendo, les aclaro que no, hay varias compañáis pequeñas que se dedican casi exclusivamente a recolectar datos de conecciones Wi-Fi. Algunas grandes compañías (como Microsoft tercerizan la recolección de información en estas empresas más pequeñas.

Todas lo hacen, muy bien, ¿pero cuál es el problema? Que no tenemos ni la más mínima idea del motivo por el cual están almacenando esta información ni qué es lo que harán con ella. No hace falta ponerse en módo paranóico y empezar a hablar a los gritos del Gran Hermano y de que las grandes corporaciones saben exactamente dónde estamos. La cuestión es, por un lado, que se avisa a medias a los usuarios y estos no suelen entender lo que está sucediendo. Y por el otro que, bueno, la telefonía móvil es el futuro, se ha dicho hasta el hartazgo. Por ende, la geolocalización es el futuro, por lo que es completamente necesaria una regulación, una estandarización, algo que simplemente permita traer más luz al asunto.

Además, hay algo más que no hay que dejar de lado: la inseguridad. Imaginen los servidores en que estas compañías almacenan los datos privados. ¡Debe ser imposible acceder a la información! Pues no, el hacker Samy Kamkar logró, este mismo año, logró utilizar la base de datos de geolocalización de Google para descubrir la dirección de un usuario. Entonces, aunque confiemos en las empresas que están obteniendo la información, debemos preocuparnos porque estos datos no caigan en manos de terceros. Probablemente las investigaciones sobre el caso Google Street View, que continúan en algunos países, tengan algo de éxito en este sentido. ¿No les molesta para nada que las compañías estén recolectando este tipo de información y ni siquiera digan para qué?

Vía: Network World

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