Atención a navegantes. En Francia ponen en marcha la Ley para combatir la piratería que permitirá la identificación de aquellos usuarios que descarguen material protegido con copyright, también conocida como Ley Hadopi o la Ley de los 3 avisos y que desde España, fue propuesta como modelo a seguir por la SGAE hace algunos meses.
La respuesta por parte de los titulares que ven inflingidos sus derechos de autor no se ha hecho esperar y el organismo destinado a recibir las denuncias cuenta ya por miles los avisos de direcciones IP de los presuntos infractores, aunque no aclaran de qué forma se están haciendo exactamente con dichas direcciones IP.
Los proveedores de servicios de Internet (ISP) tendrán la obligación de identificar los nombres, direcciones, correos electrónicos y otros datos personales de los supuestos infractores. Una acción que será obligatoria realizar en un plazo inferior a 8 días, o correrán el riesgo de una multa de 1.500 euros por día por cada IP no identificada.
Si un usuario es identificado por tercera vez, el caso pasará a manos de un juez que se hará cargo del caso e impondrán una sanción que abarcarán desde multas económicas a la desconexión de Internet. En otras palabras, y contradiciendo las últimas tendencias políticas en Europa que apuestan por el acceso a Internet como un derecho universal, criminalizarán a todo usuario que descargue estos contenidos. Un paso más allá de la también polémica "Ley Sinde" en España, que pretende el cierre de webs que ofrezcan enlaces de descarga directa o P2P.
Si a determinados sectores ya les parecía grave el cierre de páginas web que ofrecen este tipo de contenidos, que por una denuncia de "X" organismo o asociación puedan acceder a todos nuestros datos personales y que podamos ser juzgados por una acción de esta naturaleza, da que pensar. Lo peor de todo, es que estas acciones se realizarán a través de empresas subcontratadas por los titulares de los derechos de autor, por lo que los datos personales de miles de usuarios podrían pasar de unas manos a otras sin posibilidad de controlarlo por nuestra parte.
Para terminar, os dejo algunas interrogantes que me formulo, ¿cómo conocerán los titulares de esos derechos de autor si acceso a esos contenidos?, ¿podría un usuario "normal" obtener la IP de esos titulares y acceder de la misma forma a sus datos personales?. A este ritmo, no podrá uno ni mirar el e-mail por si le envían por error un enlace de descarga directa.
Vía: El Mundo