Los amantes del fútbol saben bien que buena parte de la industria gira en torno a los derechos de transmisión. La inyección económica que percibe una entidad deportiva por parte de las televisoras es una fuente de financiamiento importante, aunque hay que atenerse a algunas decisiones. Por ejemplo, en México papá TV decide a qué hora se juega tu partido, y si algún otro evento se interpone, tienes que cambiar de horario. Después de todo, el que paga manda, ¿no?

Pues los Rayados de Monterrey, un equipo de la Primera División de México, se ha cansado de esta situación. La escuadra regia no estaba conforme con el dinero que ofrecía Televisa, y ninguna de las partes estaba dispuesta a ceder en sus pretenciones económicas. Debido al pleito, la televisora decidió vetar las transmisiones del Monterrey, por que su partido contra Estudiantes Tecos se transmitió a través de Internet.

Lejos de ceder a la presión, el equipo de Monterrey encontró muy buena recepción. Jorge Urdiales, presidente del club, aseveró que el streaming del partido alcanzó las 117.000 conexiones, una buena cifra considerando que el equipo visitante no tiene mucho arrastre. Televisa pensó que al no contar con su apoyo, el equipo recularía su decisión. Después de ver la audiencia por Internet, la entidad deportiva ha decidido resistir el embate de la televisora, y afirmó que seguirá bajo el mismo modelo de manera indefinida.

Está claro que ésta es solo una fase. No creo que los patrocinadores estén muy contentos con la proyección que tienen a través de Internet, por lo que tarde o temprano Monterrey tendrá que decantarse por una televisora. Sin embargo, las transmisiones por streaming sí constituyen en alternativa que le da margen de negociación al club. Mientras que antes los equipos debían atenerse forzosamente a las disposiciones de la televisora, el Internet se convierte en una herramienta que le planta cara a los monopolios mediáticos.

Aún queda lejos el día que una transmisión en Internet pueda competirle al tú por tú a una televisora en México. De entrada, la penetración de ted en el país es todavía muy baja, las velocidades no dan para sostener una transmisión, y ni hablar de la escasa confianza de los patrocinadores en el modelo. Sin embargo, es innegable que ahí está el futuro. Las televisoras deben reconsiderar que los tiempos están cambiando, y que ya no pueden comportarse caprichosamente. Ahora sí, el balón está en las redes.

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