El proyecto de la red social open source Diaspora ya tiene fecha de largada. Según anunciaron ayer sus desarrolladores, "ya está funcionando, nos gusta, y el código abierto estará disponible el 15 de septiembre".
En julio conté en Bitelia los avances que se habían hecho en el primer mes de vida de este proyecto de crear una red social donde los usuarios tengamos el control de nuestra información**. Luego de eso, no hubo muchas novedades hasta este nuevo post de ayer, donde cuentan:
Estamos dedicando mucho tiempo a construir formas claras y contextuales de compartir. Esto implica un modo intuitivo de que los usuarios decidan, y no noten que están decidiendo, qué contenido va a sus compañeros de trabajo y cuál a sus compañeros de copas.
También dicen estar concentrándose más en características valiosas, que en la posibilidad de extender el servicio a través de plug-ins y una API, aunque de todas formas seguirán trabajando en ello más adelante, ya que mientras a parte del equipo le toca volver a clases (recuerden que hablamos de un grupo de universitarios que juntó fondos para trabajar en esto durante el verano) otros dos se tomarán un tiempo para continuar dedicándose de lleno a Diaspora. Al parecer el hype que generó este proyecto allá por mayo hizo que mucha gente aportara dinero (hasta el mismo Zuckerberg! y se interesara en participar, con lo que los tres meses iniciales van a extenderse para seguir adelante con el desarrollo. Ahora se van a tomar unos días de descanso, y aseguran que habrá más novedades en breve.
No me voy a detener en destacar las virtudes que promete tener Diaspora en comparación con el omnipresente Facebook, porque eso ya lo ha hecho muy bien mi colega Charlie November, sólo voy a decir que me intriga mucho ver que armaron estos muchachos, y que si bien le tengo esperanzas como un proyecto diferente y con la motivación correcta, no creo que se trate de un Facebook killer, por ahora. Pero sí puede tratarse de una alternativa que dándole tiempo a crecer...¿quién dice? Después de todo Facebook también comenzó siendo tan sólo una idea en un dorm universitario.
Vía: TechCrunch