Cuando Netflix saltó al ruedo el sector del alquiler de películas dio un gran paso hacia delante ya que por primera vez en mucho tiempo alguien se decidía a innovar, se propusieron facilitarle la vida al usuario para alquilar mediante un sistema de “alquiler desde casa” junto con varias “tarifas planas”. El invento les funcionó y lo mejor es que no se quedaron anclados, continuaron evolucionando para adaptarse a los nuevos tiempos y se subieron al barco del streaming, jugada que también les ha salido bien.

Como vemos la gente de Netflix tiene muy clara esa premisa que dice “renovarse o morir” y también saben que para aplicarla de manera eficaz es imprescindible estudiar las tendencias a fondo. Muestra de ello es el estudio que acaban de realizar para dilucidar por dónde evolucionará su mercado en los próximos 20 años, y la conclusión es muy clara: *el futuro está en Internet y el streaming**. Vaticinan que sus pedidos por correo irán descendiendo ya que cada vez más personas se inclinarán por el consumo de contenidos mediante su plataforma de distribución vía streaming.

Además comentan que esto se traducirá en un descenso muy importante de sus gastos de gestión relacionados con los envíos, lo que les permitirá ocupar ese dinero en comprar más licencias de películas y programas de TV y cumplir así con el objetivo prioritario de la empresa: “tener un contenido tan amplio, atractivo y asequible que todo el mundo se suscriba a Netflix*.

Productoras de cine y demás fauna, ¿habéis escuchado? Tenéis delante de vuestras narices la solución a las descargas ilegales de material audiovisual vía Internet, la que se ha dicho mil veces ya pero que claramente sigue siendo necesario recordar: proporcionar a los usuarios plataformas digitales de distribución de contenidos que se nutran del potencial de Internet y que cubran las necesidades de los mismos de una manera justa . Por si no fuera suficiente el estudio de Netflix también apunta los posibles problemas a los que se tendrán que enfrentar en el futuro (y por lógica todo aquel que opte por sistemas similares). ¿Qué más queréis?

Como vemos los pilares en los que se apoya el absurdo discurso actual de los grandes de la industria audiovisual se caen por si solos y ellos mismos son los que están hundiendo su barco como consecuencia directa de enfocar todos sus esfuerzos en batallas legales y no en innovar e impulsar este tipo de plataformas. Finalmente me gustaría cerrar con una conclusión que en otras ocasiones ya se ha dicho también pero que al igual que todo lo anterior muchos se empeñan en no querer ver:

Ni Internet, ni el P2P, ni “la piratería” será quien termine con el actual circo de la industria audiovisual si esta no se decide a cambiar ya de estrategias. El golpe duro de verdad lo darán todas aquellas empresas que al igual que Netflix opten por innovar y aprovechar a su favor la tecnología, golpe del que no se librará nadie ya que hoy la evolución se está produciendo principalmente en los sistemas de distribución, pero no tardará en llegar también al ecosistema de producción si los actuales actores no se adaptan a los nuevos tiempo.

Queda mucho por andar, cierto, pero el que antes empiece, antes llegará a la meta y lo que es segurísimo es que por mucho que se empeñe quien sea, las cosas ya han cambiado y cambiarán mucho más con el paso del tiempo. Renovarse o morir, no hay más vuelta de hoja y siempre ha sido así.

Vía: Btielia

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