Supongamos que un lunes cualquiera, tras llevar dos horas haciendo tediosas tareas, un trabajador llamado Juanito decide que ha llegado el momento de hacer la estupidez que muchos otros han hecho antes, por ver qué se siente y alegrarse un poco el día a sí mismo. Así que, veloz y decidido, se dirige hacia el cuarto de la fotocopiadora y cuando la tiene enfrente se baja los pantalones, luego los calzones, asienta las posaderas sobre el cristal y le da al botón “copiar”. Listo, lo ha hecho, y esbozando una sonrisilla vuelve a su cubículo de cuatro por cuatro pensando en la tontería que acaba de hacer y en que menos mal que nadie más podrá ver nunca la fotocopia de su culo ya que la ha dejado irreconocible. Pero Juanito se equivocó en esto último.

Lo que no sabía nuestro ficticio protagonista del párrafo anterior, ni servidor tampoco hasta hace poco y probablemente otros muchos lectores, es que casi todas las fotocopiadoras digitales “modernas” (las construidas a partir del 2002 aproximadamente) incorporan en su interior un disco duro en el que se guarda una copia de todos los documentos que se fotocopian, información que además es extremadamente fácil de extraer. Este pastel fue destapado el mes pasado por la gente de CBS News vía un reportaje que dejó muy claro estamos ante un problema de protección de datos y privacidad verdaderamente serio, de lo que se desprende que las autoridades políticas deberían hacer algo ya mismo.

En los Estados Unidos la FCT ya está tomando cartas en el asunto, han comenzado una campaña de información sobre los peligros potenciales de seguridad de las fotocopiadoras y están contactando también con fabricantes y distribuidores para ver si ofrecen opciones para realizar copias seguras. ¿Y en el resto de sitios? Pues he estado buscando y no encontré noticia alguna anunciando nuevas medidas para mitigar el problema. Desconozco si las leyes existentes ya contemplan algo sobre esto, aunque lo dudo bastante y de todas las maneras lo mínimo sería hacer lo que está haciendo la FCT en Estados Unidos: informar.

¿Sabes si en tu país existe ya alguna legislación que regule este problema? ¿Tiene tu empresa alguna política para hacerle frente a este asunto? (por ejemplo la FCT cuando va a devolver una fotocopiadora alquilada antes borra y destruye el disco duro de su interior). Personalmente tengo muy claro lo que habría que hacer: informar, obligar a los fabricantes a proporcionar algún sistema de borrado de información de los discos y hacer responsables a las empresas de dichos datos (existen ya herramientas que borran automáticamente los contenidos, pero muchas empresas no saben que las fotocopiadoras hacen copias en un disco duro interno y otras directamente pasan de pagar por un programa de borrado).

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