Sí amigos, 20 años hace ya que el mítico telescopio espacial Hubble, bautizado así en honor a Edwin Hubble, fue puesto en órbita por la NASA, ese que a día de hoy aún sigue siendo una de las principales herramientas científicas para estudiar el cosmos.
El Hubble fue el primer gran telescopio óptico lanzado al espacio (pesa 11 toneladas, tiene una longitud de 13,2 metros y un un diámetro de 4,2 metros) y supuso todo un hito para la investigación espacial, aunque tras los primeros momentos de júbilo llegaron las decepciones: el espejo principal del telescopio estaba mal diseñado. Pero por suerte este garrafal error no dio al traste con el Hubble.
La gente de la NASA, en un momento de genialidad, diseñó a nuestro protagonista para que este pudiera ser visitado por el transbordador espacial lo que les permitiría realizar reparaciones, instalar nuevos instrumentos y mantenerlo en la órbita correcta. Gracias a ese acierto la NASA pudo subsanar el nefasto error que comentaba más arriba, otros que le siguieron, y añadir aparatos de observación nuevos (cuatro misiones de mantenimiento para el Hubble han tenido lugar en estos 20 años, la primera en 1993 y la última en 2009).
Pero claramente podemos decir que todos los esfuerzos y dinero gastado en este caso si que han merecido la pena, vaya que sí. El Hubble ha permitido estudiar el cosmos de manera pormenorizada durante 20 años y gracias a él (y otros como él claro), a día de hoy nuestro conocimiento del universo es mucho más amplio, algo vital aunque algunos no terminen de verlo claro.
Y poco más me queda por añadir que decir feliz veinte cumpleaños Hubble y espero que estés muchos más tiempo entre nosotros (bueno, no literalmente, que él está a 600km de la Tierra).