¿A que así de primeras el hombre que veis en la foto completamente dormido os genera todo tipo de sensaciones menos odio? Pues en Toronto, Canadá, justamente ha sido el detonante para que muchos ciudadanos estén arremetiendo duramente contra el organismo público encargado de administrar el sistema de transporte de la ciudad o la Toronto Transit Commission (TTC de aquí en adelante).
Pero antes os pongo en antecedentes. Los ánimos entre la TTC y los ciudadanos están muy caldeados desde hace tiempo ya que por un lado tenemos que la atención a los clientes por parte de los trabajadores deja mucho que desear y por el otro en el mes de noviembre la TTC impuso un aumento de tarifas, movimiento que nos gustó ni un pelo a los viajeros habituales.
Finalmente el día 21 de este mes un usuario de Twitter y el transporte público de Toronto publicó en su cuenta del servicio de microblogging la foto que acompaña al post donde vemos a un trabajador de la TTC echándose una siesta en horas de trabajo (se rumorea que roncaba y todo. Es broma), lo que ha colmado la paciencia de los ciudadanos quienes están arremetiendo duramente en blogs, webs y foros contra la Toronto Transit Commissión por todo lo dicho hasta aquí.
Dejando de lado la polémica en sí estamos ante otro ejemplo del poder de los medios sociales de Internet. Un sólo tweet y una foto publicada en el popular servicio TwitPic han sido suficientes para que se haya montado una pequeña revolución contra un organismo público de transporte. Dos “enseñanzas” podemos sacar de este caso, que seguramente muchos ya tengan claras de hace tiempo: uno, Internet y sus servicios otorgan a los ciudadanos tremenda influencia, y dos, la red empieza a ser cada vez más un sistema de “control social”, cualquiera persona puede informar al momento a otros cuantos millones sobre cualquier acción o conducta.