Todos recordamos aquél fatídico 11 de septiembre del año 2001 en el que dos aviones secuestrados golpearon brutalmente las torres gemelas del World Trade Center, uno de los mayores atentados de todos los tiempos que provocó muchas cosas cambiaran a nivel mundial.
Siete años después de aquellos atentados, conocidos comúnmente como 9/11 o 11-S, siguen generándose informaciones con los mismos como eje central. Un nuevo caso de estos se ha producido en las últimas horas: el conocido y polémico sitio Wikileaks ha publicado más de 500.000 mensajes que se enviaron durante los ataques del 11 de septiembre en Nueva York y Washington.
Los mensajes filtrados, que Wikileaks empezó a publicar ayer en el orden en que fueron enviados y recibidos ese día, se mandaron o recibieron a través de beepers (buscas, busca personas). En muchos no se dice nada o lo que se habla nada tiene que ver con los atentados, pero entre la ingente cantidad también se pueden encontrar otros que ponen los pelos de punta. Aunque la mayoría parecen pertenecer a personas de a pie también hay algunos pertenecientes a oficiales de policía o del FBI.
Como era de esperar la polémica está servida. Varios ya han dicho que las filtraciones se saltan el derecho a la intimidad de los que mandaron estos mensajes (muchos de los cuales están muertos). Por su parte Wikileaks dice que no piensan revelar quién les ha pasado los mensajes y justifican su publicación diciendo que “se trata de un registro que nos da más capacidad para obtener un panorama completo de lo que sucedió ese día”.
No voy a entrar a valorar si está bien o mal filtrar mensajes privados, lo que si creo es probable es que las autoridades estadounidenses (que no se han manifestado sobre el caso) actúen contra el sitio y las compañías que han filtrado los mensajes (hay documentos y mensajes oficiales, no solamente de particulares). Veremos lo que pasa, pero seguramente esto va a traer cola.