Seguro que la mayoría de los lectores conocen alguno de los muchos modelos de sistemas para vigilar a bebés que existen actualmente en el mercado, los cuales están formados por un cámara y micrófono que permite ver y escuchar al bebé en un monitor situado en cualquier estancia de la casa. Pues bien, uno de estos productos está causando controversia en los Estados Unidos.
Un tal Wes Denkov compró un monitor para bebés, concretamente el modelo Day&Night Baby Video Monitor fabricado por Summer Infant. Su vecino también adquirió un monitor de este tipo fabricado por la misma marca para controlar a sus dos retoños recién nacidos, y aquí es donde empezó el lío. El vecino le informó que cuando ponía su unidad en un determinado canal podía ver sin problemas el cuarto del bebé de Wes y también escuchar todo lo que pasaba en el mismo e incluso en habitaciones colindantes.
Cuando el prota de esta historia se puso en contacto con el fabricante para quejarse estos le dijeron que él debería haber sabido que el dispositivo no era completamente seguro y que si quería seguridad real debía comprar alguno de los modelos más caros. Lógicamente a Wes el descubrimiento y la contestación de la empresa no le hizo ninguna gracia y puso una demanda contra Summer Infant y Toys ‘R’ Us (establecimiento donde lo compró).
Es cierto que en más de una ocasión se ha discutido sobre los problemas de seguridad de este tipo de sistemas de vigilancia para bebés, pero en este caso veo totalmente justificada la demanda. La primera razón que justifica la denuncia es la deplorable respuesta por parte de Summer Infant a una queja de un cliente y la segunda razón es que dicho fabricante tenía que haber avisado en la caja del producto sobre los posibles problemas de seguridad que se pueden producir con ese modelo.