En la actualidad muchas grandes ciudades del planeta están plagadas de cámaras de videovigilancia pero su eficacia es bastante baja, son elementos de seguridad completamente pasivos que ya no “asustan” a los delincuentes. Un equipo de la Universidad de Queens quiere cambiar esto para lo que trabajan en mejorar los sistemas CCTV.
Básicamente lo que harán la cámaras (de momento solamente se han realizado las primeras pruebas) es “estudiar”, por ejemplo, a los pasajeros de un autobús, y analizando diversos factores (levantarse y sentarse continuamente, gritar al conductor, deambular por el bus etc) junto con otros datos generales (ubicación del autobús, hora, tasa de criminalidad en esa línea etc), detectarán si alguna de las personas está a punto de cometer un delito. Si efectivamente se encuentra alguna identificación positiva el sistema mandará las imágenes al centro de control para que sean analizadas por humanos y decidan si efectivamente hay o no peligro.
Se estudia también acompañar las cámaras con pantallas y altavoces para que los controladores puedan comunicarse con el potencial agresor y soltarle algo así como: te estamos vigilando.
Dejando de lado el debate sobre la privacidad de los ciudadanos, que siempre aparece cuando se habla de este tipo de sistemas (y con razón), hay otra cosa que me empieza a preocupar bastante. De un tiempo a esta parte muchos gobiernos comiezan a centrar sus esfuerzos de seguridad en conseguir sistemas capaces de predecir delitos no ocurridos aún y esto señores da miedo. Por el momento se están dando los primeros tímidos pasos en el campo, pero cada día se avanza un poco más y estoy seguro llegará el día en el que veremos a algún país afirmar consiguieron el software definitivo para predecir delitos. Ojalá me equivoque de lleno.